Joseph Cáceres

¿Equivocación o marketing agresivo?

Por Orlando Holguín

Todos sabemos que Miss Universo, igual que otros certámenes de esa misma naturaleza, ha ido perdiendo interés y atractivo. Un elemento que vino a ponerle la tapa al pomo fue el choque que tuvo su “ex propietario” (Donald Trump) con los países latinoamericanos debido a sus comentarios calificados como racistas y xenófobos. 

Inclusive algunas naciones habían decidido no enviar a sus representantes. Una tabla de salvación para el popular concurso fue la venta, por parte de Trump, de la empresa que organizaba el concurso, la cual pasó a la compañía  de eventos de entretenimiento WME/IMG. La suma de la negociación no fue revelada. ¿Por qué no?.

Tomando esta especie de secreto en cuenta, muchos norteamericanos aseguran que algo tuvo que ver el magnate en todo este embrollo. Trump es un avezado empresario que ha sonado incluso en cosas non santas. Es un tipo capaz de  echar mano a cualquier recurso, como lo ha demostrado en la incipiente campaña del Partido Republicano, el cual se muestra muy preocupado por la forma en que se conduce el precandidato con la comunicación.

Trump no contiene su lengua y hasta ha despotricado recientemente contra Hilary Clinton, haciendo sobre ella comentarios calificados como muy bajos. 

El que Steve Harvey se haya equivocado de una manera tan increíble, deja mucho espacio a las suspicacias, elucubraciones, al morbo, a las especulaciones y a los rumores. ¿Está Miss Universo en un punto tan bajo que necesita una buena inyección de marketing? ¿Quería Steve Harvey brillar y dar más fuerza a su programa en Estados Unidos? Si esto fue un recurso, ¿es un marketing muy agresivo y hasta lúgubre? 

Con el avance del tiempo y el apoyo de la tecnología, parecería que en marketing todo es posible. ¿Por qué la tecnología? Sin las redes, el aparatico y todos los recursos que permite la telecomunicación hoy día, el error de Harvey no habría sido tan sazonado. No en vano se habla de la gran cantidad de “likes” que ha logrado el comediante en su página de Facebook. 

Ya se comenta, Harvey podría volver a presentar Miss Universo el año próximo. Si es así, entonces las dudas de si esto fue o no un truco de marketing, ganan más terreno. Si él no vuelve, también es una táctica muy oportuna. 

Para avalar todo lo expuesto más arriba, es bueno señalar que nada más y nada menos que el prestigioso Washington Post señala que todo ello se trató de una estrategia para hacer más competitivo y visto el certamen. Al respecto, se presentan cuatro teorías. 

Teoría 1. Estrategia de Miss Universo para llamar la atención. 

Teoría 2. Estrategia de Steve Harvey para llamar la atención. 

Teoría 3. Algo tiene que ver don Donald Trump. 

Teoría 4. Estrategia para consolidar un lugar en la historia de Miss Universo. 

Otro aspecto que a mí, particularmente, me llama la atención es  que de la dos Miss que quedaron en el escenario una era asiática y la otra latina. Caramba, ¿por qué no fue una europea y la otra asiática, o la de Estados Unidos y una de Oceanía o del África? .

¿Hubiera ocurrido el error de estar de por medio la de Estados Unidos? Lo que sí es cierto es que e ser una de ellas latina trae las elucubraciones. ¿Acaso Donald Trump todavía tiene en sus manos algunos hilos dentro de la empresa que organiza el concurso e influyó para vengarse de los latinos? Todo es posible en la viña del señor. 

Mientras tanto, Miss Universo resucitó. ¿Qué de ser todo esto un arma de marketing, fue muy riesgosa? Es cierto, pero el show sigue, y si el año que viene Steve Harvey vuelve a presentar el evento, muchos estaremos frente al televisor.  Si fue un truco, habría que preguntar. ¿Cuánto costó Steve Harvey y su famoso error, y cuánto costaría el que él vuelva el año próximo?