Alejandro Sanz y "el endiosamiento"
Los Ángeles. Con una nueva nominación a los Grammy a cuestas y en plena gira de "Sirope" por Latinoamérica, Alejandro Sanz conversó sobre la importancia del mercado estadounidense y aseguró que sus raíces andaluzas han sido vitales a la hora de manejar el éxito en su vida.
"Vengo de una familia andaluza donde tienen la llave para ponerte los pies en la tierra", confesó el músico de 47 años, que aspira con "Sirope" a su cuarto Grammy el 15 de febrero en la categoría de mejor disco de pop latino, galardón que ya logró con "No es lo mismo" (2003), "El tren de los momentos" (2007) y "Paraíso express" (2010).
"Si se te sube un poquito te dan una colleja y te dicen: 'Chiquillo, déjate de pamplinas'. Vengo desde muy abajo. Trabajé en los estudios prácticamente llevando cafés y el endiosamiento me parece un lugar muy incómodo. No me gustaría estar ahí. La vida es mucho más divertida y me llena mucho más con amigos y familia", manifestó.
"Al final", recalcó, "sólo hacemos música. No hemos inventado una vacuna o algo así. Sólo hacemos música, que no está mal, pero es sólo eso".
Así de humilde se muestra quien ha vendido más de 23 millones de discos, el artista español con mayor número de premios Grammy (19 latinos y 3 estadounidenses) y quien ha colaborado con iconos de la talla de Alicia Keys, Juan Luis Guerra, Joaquín Sabina o Tony Bennett, entre otros.
Ahora, el concierto que dio en septiembre pasado en Madrid, donde hace un repaso a los grandes éxitos de su carrera, será emitido el próximo 12 de febrero por HBO Latino en el especial "Sirope Vivo".
"Han hecho un trabajo con mucho cariño y me ha hecho mucha ilusión. Para un artista el objetivo es poder transmitirle a cuanta más gente mejor. Han hecho un trabajo increíble y ha quedado excelente", valoró Sanz, que achaca su estatus en tierras estadounidenses al "trabajo y la constancia durante mucho tiempo".
"Han pasado unos 20 años desde mi primer viaje de promoción a Estados Unidos y no es nada fácil. Cada estado es un mundo diferente. Es como trabajar en 50 países diferentes. Pero al final, el esfuerzo constante y el ir forjándote una reputación como artista, funciona. Eso es así en la música y en cualquier profesión", declaró.
En su caso, el reconocimiento en Estados Unidos le ha llegado sin abusar de las composiciones en inglés, aunque sí probó con "Looking for Paradise" junto a Alicia Keys, o "This game is over", con Emeli Sandé y Jamie Foxx.
"Siempre tiene que haber un motivo para ello: una canción que me mueva, un artista que me motive... Si no, no tiene sentido hacerlo", sostuvo.
"Hay a quien le gusta competir de esa manera en el mercado y, la verdad, a mí me encantaría, pero no me veo capaz. Necesito que las cosas salgan de forma natural y que haya un motivo artístico o emocional", indicó.
Sanz acaba de retomar la gira de "Sirope" -motivo por el que se ausentará en los Grammy- y recorre estos días varias ciudades de México antes de pasar por Chile, Argentina, Perú, El Salvador, Guatemala y Nicaragua antes de regresar en verano a España.
Tantos años de giras le han permitido "descubrir" cuál es realmente su hogar.
"Mi casa es el mundo. Son todos los países donde tengo amigos y familia. Mi casa de sangre es España, pero tengo amigos en México, Estados Unidos... Uno va tomando conciencia de que su tierra son todos los lugares donde dejaste raíces", señaló.
Eso sí, entre viaje y viaje ya no es capaz de componer canciones como lo hacía en el pasado.
"Muchos temas de 'Más' y 'El alma al aire' los compuse en hoteles y aviones, pero ahora necesito meterme en el estudio y trabajar con mis sonidos. Ya no compongo sólo con la guitarra, sino que empiezo por una línea de batería o de bajo que me provoque determinadas cosas. Es una fórmula en busca de nuevas producciones", sostuvo.
De esa manera también evita la tentación de repetirse musicalmente.
"Claro que hay momentos donde sientes que no vas a dar más, pero la forma de salir de ahí es trabajando. Mantengo una relación muy estrecha con mis canciones. Hasta las insulto. Cuando veo que no están, que no me ayudan ni colaboran, me cabreo. Tenemos una relación un poco loca, pero me funciona", apuntó.
Mucho más normal es la relación que mantiene con su hijo mayor, Alexander, que sueña con dedicarse al hip-hop.
"Yo le ayudaré en lo que quiera, tiene que tomar sus propias decisiones. Si quiere ser músico le voy a apoyar a muerte, igual que si decide ser dibujante o metafísico... Siempre lo voy a apoyar", finalizó.(Agencias)
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