viernes, 8 de enero de 2016

LA NOTICIA Y SU PESPUNTE

El teleférico
El Gobierno se ha comprometido en una obra complementaria al desarrollo del barrio de La Barquita que debió examinar con más cuidado antes de embarcarse en ella, pues quizás existan otras soluciones más prácticas.
El problema que se plantea es cómo transportar a los habitantes de La Nueva Barquita y zonas aledañas a la ribera oeste del río Ozama.
En un principio se habló de un medio acuático de transporte, y no se sabe por qué razones fue descartado, y de buenas a primeras aparece la solución aérea, más propia de zonas montañosas que de llanuras como las de las dos orillas del río Ozama.
El punto es que los habitantes de La Barquita y zonas aledañas no se transportan solos. Muchos de ellos tienen motocicletas, bicicletas y triciclos, que son su modo de vida, que no podrían ser transportados en la solución que se ha buscado. Un puente sería una solución más práctica, o por medio de barcazas de plataforma que puedan servir a varios propósitos. Ojalá se analicen otras opciones más prácticas y menos costosas. (Diario Libre)

Lo de siempre…
El dominicano siempre oponiéndose a todo….
Cuando se dispuso construir la 27 de Febrero hubo gente que se opuso, porque la consideraban una vía innecesaria, y llegaron al extremo de argumentar que con ese dinero era mejor construir y pavimentar las calles de los barrios.
De igual manera se oponían a la construcción del Teatro Nacional, porque era mejor remodelar a Bellas Artes.
A los túneles y elevados también se opusieron, y don Hipólito Mejía prometió que si ganaba la presidencia iba a rellenar los túneles que había construido Leonel. 
Cuando se dispuso la construcción del Metro dijeron que era mejor el sistema de guagua del Transmilenio que opera en Medellín.
Cuando se iba a hacer La Guácara Taina hubo una campaña de oposición muy férrea de una periodista en El Nacional, alegando que la zona debajo de la avenida de la Salud se podía derrumbar.
Tambores cercanos se oyeron cuando construyeron el anfiteatro Nuryn Sanlley
Rara es la obra que no haya sido medida con el mismo rasero.
Es parte de la idiosincracia y la cultura de los dominicanos, heredada de los españoles que si le dan el premio  en  Oscar a Almodovar  por la Película Extranjera, en vez de alegrarse dicen que por qué no se lo dieron a mengano.
Aquí si María Díaz es premiada como merenguera típica, dicen que por qué no se lo dieron a Fefita, como si el asunto fuera “dao”.
Hasta en los gustos decisiones personales y preferencias de la gente  aparecen los  metiches que les llevan la contraria y le buscan la quinta pata al gato.
Si compras un BM, le reclaman que por qué no fue un Mercedes…
Si le regalas un sombrero a Sergio, dicen que por qué no se lo diste mejor a Don Bachata para que cambie el que usa de los tiempos de Cheché…
El caso es quya arrancó Diario Libre oponiéndose a la construcción del Teleférico de La Barquita dizque  porque la gente no podrá viajar en él con sus motocicletas. Que debieron mejor construir un sistema de transporte en barco, donde pueda gente transportar su motocicleta, (en una ciudad que hay más motocicletas ruidosas y contaminantes que en Shanghái).
¡Aquí se quiere que todo sea a la chef!… en bandeja de plata. Como el Chucucha: “Que le echen la comida en la boquita y después que se la echen que le muevan la quijá”. Porque, “lo que a mi me gusta, tú no me lo das”, como cantaba Aníbal Bravo.
Si por facilidades fuera, el dominicano quisiera que le dejaran entrar por los aviones hasta 4 maletas gratis, sin pagar. (No hay pasajeros que cargue más pendejadas que un dominicano en un viaje aéreo).
¡Si los dejan, traen en el avión hasta “box springs “de los que botan en las calles de Nueva York! 
Dizque no deberían construir el teleférico porque la gente de la Barquita no van a subir en él su motocicleta. ¿Usted ha visto el diablo?.
Como el editorial pide que se analicen otras opciones más prácticas, miren a ver si debajo de las cabinas del funicular se colocan unos ganchos, para cruzar guindando las motos de los motoconchistas de La Barquita.
Porque de lo contrario van a tener que dar la vuelta y cruzar por los puentes, y  gastar todo el dinero en gasolina, con lo mucho que consumen esas motocicletas sin mufler y con el carburador explotado.
Sólo falta ahora que la gente del sector se encadenen en una protesta para exigir que como su sector se llama La Barquita, les construyan un sistema de barcas, como dice Diario Libre, donde puedan transportar sus motocicletas y hasta al perro.


4 comentarios:

  1. Muchos se opusieron al aeropuerto Cibao porque dizque los aviones espantarían el ganado y dañaría la cosecha de piñas.

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  2. Ese comentario lo pagaron los transportistas, ellos quieren que la gente de esa zona siga usando sus guaguas y carros viejos o que sigan perdiendo la vida en motores. Cuanto joden los teóricos que siempre se la saben todas

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  3. Los apartamentos de la Barquita van a durar en poder de los beneficiarios lo que dura un cubito de hielo en agua caliente. Serán vendidos, alquilados, y ellos volverán al fango para que les vuelvan a dar, porque los gobiernos han acostumbrado al dominicano a que le den sin que tenga que hacer ningún esfuerzo. Por eso es que hay tantos pidilones y lambones

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NIURKA BAEZ,
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