Así anda la radio

Más emisoras interactivas

Por lo visto la emisora Super 7, de la misma gente del portal digital 7 Días,  se encamina a convertirse en una estación de radio interactiva, aunque aún mantiene algunos programas musicales especializados.

Música de grandes orquestas, son, instrumentales, baladas, nada que ver con artistas y géneros criollos, a no ser algunos especiales de añoranzas y remembranzas.

Otra emisora que ha dejado la música a un lado, y se ha convertido en interactiva es Fidelity, de Bienvenido Rodríguez, que también tiene la Z.

Estuvo operando como una estación pop de música moderna, pero de un tiempo a la fecha ha llenado sus espacios de programas hablados, talvez siguiendo el mismo patrón de La Z, que es la emisora interactiva por excelencia.

Si a ello se agrega Zol, Neón, se  podrá advertir que cada vez más las estaciones de radio "sueltan en banda"  la música para acogerse a otros formatos programáticos.

Todo ello se traduce en menos medios de difusión de música para los artistas.

¿A qué se debe que tantas estaciones de radio se estén yendo a lo interactivo?

Al fenómeno de la Z, que con sus programas hablados se ha convertido en un bastión, de audiencia, facturación, y medio de incidencia en la opinión pública.

Parten del criterio de que es posible entrar el cuchillo  para apropiarse de una porción del pastel, por aquello de que “dulce con dulce sabe más dulce”, como dice la salsa.

Poniendo solo música hay emisoras que no se mantienen, y que son deficitarias.

Tienen que apelar al arrendamiento de espacios o a entrar en sociedad con los productores.

Pero además, con el “bla, bla, bla” se pica más que con los artistas.

Es la verdad “monda y lironda” y no podemos llamarnos a engaño.

Nada fácil hacer una inversión millonaria en una emisora, a la cual hay que cubrir los gastos operativos y de mantenimiento, con una energía eléctrica tan cara, para dedicar todo el esfuerzo a difundir música de Omega, de Tulile, La Insuperable o Marino Castellanos el de “Eso da pa’ to’…