La bicoca

La mordida de la boa

Esta no es una boa, sino una cobra…¡y lo que cobra!

Aquí  se están desarrollando muchos proyectos urbanísticos, turísticos, comerciales, empresariales,  pero deberían ser más.

La cantidad de inversionistas venezolanos, colombianos, brasileños, mexicanos, argentinos, norteamericanos, italianos, franceses que están llegando al país con proyectos en carpeta asombraría a cualquiera.

¿Y saben que?. Muchos se van por donde vinieron, porque los camaleones locales se la ponen difícil.

Lo primero es que algunos tienen que luchar con permisos ambientales donde para conseguirlos, hay que "pagar peaje".

Ni se diga de la mafia de los regidores de ciertas salas capitulares, donde esperan cualquier nuevo proyecto con el "cuchillo en la boca2, y dependiendo de "la borona" que suelten, es factible o no…aprueban y desaprueban.

Para eso hay hasta un "hombre del maletín" encargado de hacer el pago sucio, pero sin ensuciarse.

No money, no mami.

Si no hay money, de inmediato surgirán requisitos que nadie cumple, pero que se aplican solo a los que no son espléndidos y no conceden la mordidita de la boa.

Como dijo alguien, de que las leyes solo son para aplicárselas a los enemigos.

Hay mafia en el Ministerio de Turismo, donde también hay gente que sabe cómo buscarse "lo suyo".

Y tengan en cuenta  la de Industria y Comercio, que ahí también "muerden".

Hay mafia hasta en los periódicos, que cuando ven un proyecto de gran inversión, levantan campañas y quejas  para que haya que buscarle "lo suyo".

Y nadie venga a decir que no, porque conocemos como se mueven en los periódicos, y hasta los lobistas que consiguen a base de dinero que se monten campañas de descréditos sobre personas y proyectos.

¿Con más de 40 años en los periódicos me van a decir que no sabemos quiénes se mueven en las redacciones de los periódicos financiando campañas, cuando hasta un ex compañero de redacción, que hoy no ejerce, es el lobista principal de ministerios, y políticos, en una actividad  donde hay varios?

No me hagan hablar, que nosotros si sabemos si hay o no "grasa" detrás de ciertos escritos…

Lo que sucede es que no quiero que digan aquello de que "entre bomberos no se pisan la manguera", ¡pero no nos hagamos los inocentes y pendejos!.

Y no estamos hablando de productores de programas de televisión que todo el mundo sabe que están tendenciados.

Hablamos de la redacción de periódicos, incluyendo altos ejecutivos.

Que nadie se llame a engaño.

¿Nos vamos a matar a pellizquitos a estas alturas del juego, pudiendo hacer un harakiri con cuchillito de palo?