Burradas prostituidas

La fiscalía de Santiago clausuró y apresó a los dueños del cabaret Casablanca, que se especializaba  en mercadear mujeres de Venezuela y Colombia, cobrando a 14 mil pesos la salida, y a las cuales mantenían en un cautiverio abusivo. Pero el burrito sabanero quiere saber, ¿por qué no le meten mano a los negocios que comercializan con mujeres venezolanas, colombianas y hasta rusas que contratan por encargo ciertos funcionarios, usando testaferros para no ser descubiertos, pero cuyos nombres se sabe, porque quienes dan el "servicio" los delatan? No hay cosa más habladora que un "cuerito", y aunque sean extranjeras, saben que los clientes son ministros, administradores de empresas, políticos, diplomáticos, empresarios, y hasta altos militares.  No usan moteles, pues para más discreción, se gastan una habitación en el hotel Sheraton. No hagan hablar al burro, que el burro lo único que sabe es rebuznar.