Joseph Cáceres

Percusión: Corazón de la salsa

Por Gilberto Santa Rosa

En una ocasión escuché al maestro Tito Puente decir, con su estilo particular y en tono jocoso, “la gente no baila con la trompetas ni los saxofones, baila con el ritmo”.

Tenía razón el maestro y hablaba con autoridad.

En el caso de la salsa es la percusión: la conga (tumbadora), el bongó y el timbal, los instrumentos que producen la base rítmica que le da el alma y el patrón cadencioso a esto que llamamos “salsa”.

A ese grupo de instrumentos se suma la clave, el güiro y las maracas. A estos instrumentos se les ha dado el nombre de percusión menor y complementan la base rítmica de nuestro género con sus sencillos y diversos patrones.

Hay que recordar que por la similitud histórica del Caribe y Latinoamérica, los demás países aportaron sus instrumentos de percusión y sus propios patrones.

Mejor aún, gracias al fenómeno de las fusiones, nuestro género se ha nutrido de la riqueza rítmica de estos países hermanos.

Desde luego, todo basado en el tambor. El tambor es el fundamento de todos los ritmos caribeños y latinoamericanos. La mayor aportación de África, musicalmente hablando.

Como en tiempos ancestrales, el tambor sirve para comunicar y ese es el caso de la percusión en la “salsa”.

Se ha desarrollado una especie de lenguaje que comienza entre los tres instrumentos (conga, bongó y timbal) hasta crear una interesante comunicación con el resto de la agrupación, dándole sentido a la interpretación.

Existen diferentes estilos a la hora de tocar, ya sea muy tradicional o puro, más moderno y creativo.

De todos es conocido que una tumbadora y obviamente su ejecutante, el legendario Chano Pozo, cambiaron el desarrollo del jazz americano, dándole otro sentido y sabor a este género.

Por la importancia y riqueza de la percusión en su naturaleza, existen agrupaciones constituidas exclusivamente de instrumentos de percusión.

Nuestro género se ha alimentado y ha sabido utilizar elementos de toda la gama del universo percusivo del mundo, mezclándolo sabiamente con la esencia y la base tradicional.

Mi aplauso a todos los maestros percusionistas y mi exhortación a todos los jóvenes que comienzan a que estudien bien la percusión, sus raíces y sus diferentes manifestaciones. De esta manera siempre vamos a tener un ritmo rico y una base sólida en nuestro género; recordando que es la percusión... el corazón de la salsa...

¡Camínalo!

(Primera Hora)