Un tren de a balazos
Nada mejor que viajar, conocer en su terreno otras culturas de las que solo se ha leido en libros, revistas, y se han visto en reportajes y documentales.
Bueno es estar ahí…. en el lugar del hecho…no viendo fotografías sino el objeto en vivo.
Ahora que vemos el escándalo que provocó el conductor de un tren bala en Japón, a quien “facturaron” manejando el comboy con los pies en la cabina de un “shinkansen”, lo que provocó miles de críticas en las redes sociales que llevaron a la compañía que opera la línea Tokkaido (Tokio-Osaka) a sancionarlo, nos hace recordar una agradable vivencia
Viajar en el tren bala es una experiencia grata, por el hecho de que cuenta con asientos similares a la de los aviones, pero donde existen compartimientos de entretenimiento, salas de amenidades, restaurante y cafetería, que se pueden disfrutar a plenitud, aún cuando el mismo se esté desplazando a 280 kilómetros por hora, la velocidad de un avión en el despegue.
Tuve la experiencia en un primer viaje a Japón de ir desde Tokio a Nagoya y posteriormente a Osaka en el tren bala, en enero de 1990 y posteriormente en el 2000, disfrutando y abrevando de la cultura japonesa, gente con una filosofía y estilo de vida muy particular.
El poder trasladarse trasladarse de un pueblo a otro, por el archipiélago de Japón, en lo que canta un gallo.
Eso si, en las paradas que hacía en algunos pueblos, los que se desmontaban tenían que hacerlo rápido, debido a que si las puertas se cerraban, y quedaban dentro, tenían que ir obligados a la próxima parada para poder salir y devolverse en un tren que viniera de regreso.
Pero los japoneses son muy precisos….no dejan que las puertas se cierren sin salir.
Eso no es la Linea Cheita, en la que la gente viajaba al Cibao, y cuando llegaban a su destino había que esperar a que bajaran del techo de las guaguas los chivos, los puercos, las gallinas y las maletas de zinc que se usaban antes.
Gente como nosotros, que siempre estamos de “amemaos”, somos los que pasamos por dificultades cuando viajamos por estar de “bobolones”, aunque debo aclarar que ese no es nuestro caso.
Zorro es un animal cosmopolitan, con licencia para andar por todo el mundo.
Lo único es que a Zorro no le gusta que le encarguen llevar maletas, fundas ni paquetes.
Tampoco admite que le halen el rabo, ni de relajo.
Eso sólo se lo permite a las zorras y a las zorritas….
El Zorro disque hizo este articulo de sus vivencias con el unico proposito de echarnos vainas, solo para decirnos que el ha ido a Japon,jeje pero na, el Zorro es de los buenos y sabe darse buena vida contrario a otros que ni siquiera se beben un refresco para no botar los gases.
ResponderEliminarPEro el lo ha dicho antes, que viajó a JAPON en enero del 1990.
EliminarEn ese viaje andaba con el ESPIRITU, Con CARLOS BATISTA MATOS y el fenecido esposo de MILY QUEZADA.
Yo en Enero del 1990 andaba en una bicicleta recién regalada dando vueltas por mi casa.
En la Cayetano Germosén que era todavía de caliche.
A ér la gusta de veces en cuando darnos esa pataíta der echavaineo, pero como dice er anónimo 22:04, es de lo bueno, y uno se lo coge a jarana. Cuando yo era empleado der gobierno -ya me sacaron polque me llevé de los otro que 'tavan robando y me puse a lo mimo- etuve pol la ciudas der sor naciente, y, vide de lejo ar tren bala. Que bueno e'etal pegao de la mafia de ladrones morada.
EliminarEres un Campeche nuevo?
EliminarPero es verdad el dominicano va en in tren y esperan a que se para en la para para ponerse los zapatos y salir
ResponderEliminaral capotillero deberian de meterle un tren bala por el tracero y que le salga por la boca jedionda que tiene,ese cabron.
ResponderEliminarPobre vieja tuya me imagino cuanto sufrio cuando le metieron ese tren bala por el trasero pero mira entro y no le topo a nada.
EliminarPrimera vez que entro a esta página y me he dado cuenta que esta pàgina esta llena de homosexuales y todos le lanzan improperios a otro gay, un tal Capotillero pensionado, que es el sambà de esta página.
ResponderEliminarATTE: EL ANALISTA
capotillero.a la tuya ese tren se lo metiron y ni grito
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