Joseph Cáceres

¿Cuándo eres rico?

Ganar más no le hará más rico. Si lo duda, recuerde que 80% de las estrellas multimillonarias de la NFL, y 70% de los ganadores de la loto en Florida, se quedan sin nada pocos años después de su bonanza.

Si no quiere irse tan lejos, pienso en las maestras o maestros de nuestro sistema educativo público. A pesar de los importantes aumentos realizados en su escala salarial, encueste a la mayoría, y no dudaré en afirmar que siguen insatisfechos.

De hecho, iré más lejos: Duplique o, si desea, triplique el nivel salarial actual, y le puedo asegurar que, no transcurrirá un año para que el malestar salarial se vuelva a generalizar entre los maestros.

No se trata, obviamente, de justificar los paupérrimos niveles de ingreso al que accede el 70% de la población dominicana, ahora popularizados como “sueldos cebollas”, como es el caso de los policías, y también de muchos trabajadores y profesionales del sector público y privado.

Sin embargo, pensar que ganar mucho te hará más rico, o más feliz, es también absurdo. Bien lo ilustró la senadora por Dajabón que, aun ganando RD$320,000 al mes, se siente pobre e incapaz de comprarse una botellita de agua.

La pregunta es: ¿Por qué?

Ingreso no iguala riqueza

Lo que importa no es lo que ingresa, sino lo que queda. Un aumento de 100% no dará abasto, si los gastos se incrementan por encima de ese 100%. Lamentablemente eso es, precisamente, lo que ocurre en muchos hogares. Píenselo.

Volvamos a los maestros. Entiendo que su cooperativa les permite comprometer hasta el 70 u 80% de sus ingresos en pagos de deuda. Es decir, que cuando recibe su quincena, recibe una fracción de sus ingresos, de la que a su vez también deben pagar a bancos y prestamistas.

¿Puede sentirse rico alguien que, luego de pasar un mes trabajando, percibe apenas un 10% o 20% de lo que trabajó? Obviamente que no, independientemente de si gana RD$10,000, RD$40,000 o, como la honorable, RD$320,000.

Conozco, sin embargo, ejemplos de maestras que, ganando RD$32,000 ahorran, luego de cumplir con todos sus gastos, un excedente de RD$3,200 (10% de su entrada), cuando otras personas que ganan diez veces más que ella (como la senadora) se sienten incapaces de juntar RD$32 para dos botellitas de agua.

La misma historia se repite, en otras profesiones y otros segmentos sociales.

Redefinamos qué es ser rico

Más allá del nivel salarial, hagamos otras preguntas que nos ayudarán a calibrarnos y cuestionar hacia dónde vamos.

Por ejemplo, si en tu hogar se suspendieran los ingresos, ¿Cuánto tiempo se podrían sostener con el ahorro acumulado? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años?

De tu sueldo, ¿cuánto se va en pagos a los bancos y otros acreedores? ¿Cómo se compara ese monto con lo que se está ahorrando (o pagándote a ti mismo)?

Si tienes un préstamo hipotecario, ¿A cuánto asciende la cuota mensual? Y si alquilaras... ¿Cuánto te ahorrarías?

Finalmente, una última comparación: El valor de tu vehículo o vivienda, con el efectivo que tienes en tu cuenta. ¿Mucho contra poco? De ser así, toca buscar un nuevo equilibrio. ¿Leyó, doña Sonia?(Alejandro Fernández W. Argentarium-Diario Libre)