Cogiéndolo suave

Las bohemias se han convertido en el entretenimiento favorito de las noches dominicanas

El ambiente del entretenimiento se ha tornado bohemio en las noches dominicanas, con las denominadas "bohemias", la mejor excusa para el esparcimiento nocturno, en camaradería y ambiente, sin el rigor de los establecimientos y escenarios formales, pues en las mismas se conjugan todos los elementos que le confieren singularidad a la diversión.

En las bohemias se canta, se baila, se come , y hasta se fuma, en áreas convenientemente ubicadas, o en las terrazas de que disponen algunos establecimientos.

Son además lugares donde no solo alternan los cantantes de planta, sino que cualquiera puede subir y cantar, poniendo de manifiesto sus condiciones, buenas o malas, ya que disponen de acompañamiento en vivo o del recurso karaoke.

No es casual que hoy día sean los lugares más populares del ambiente nocturno de la capital, concitando más interés que los centros cerveceros y colmadones, los drinks y hasta las discotecas tradicionales.

Así vemos la entretenida y diverida bohemia que cada jueves organiza el restaurant Bocellis organizada por Mariano Abreu.

La bohemia de los miércoles en Millo by Rafa Rosario, que abrió con fauasto Rey, pero donde han estado Peña Suazo y otros intérpretes.

La más importante de todas, porque no es solo un día, sino practicamente todas las noches en el Bar Salón de los Espejos en el Palacio de Bellas Artes, por donde desfilan las más populares figuras de la canción romántica, además de merengueros que van en onda romantica.

Alexis Casado ha logrado fama al organizar estos encuentros, en un lugar envidiable, por la seguridad y las facilidades de parqueo, abierto y soterrano, del Palacio de Bellas Artes.

Esta semana en el hotel Dominican Fiesta se inauguró el Kviar by Félix D'Oleo en el área del casino, donde también se recrea el ambiente de las bohemias.

Lo mejor de todo es que los lugares de bohemias se han convertido en los preferidos del público adulto, con un nivel apreciable en su capacidad de consumo, que encuentra en esos locales los lugares ideales para departir, hacer tertulias de amigos y botar el golpe, sin necesariamente tener que trasnochar, como acontece en las discotecas de la juventud, donde la muchachada va a ver a Omega, y este sube a tarima a las 3:00 de la madrugada.

En las bohemias ya a las 9:00 de la noche  la gente está cantando y gozando.