El gran retorno

Una orquesta que nunca debió ser cesanteada

Luego de presenciar la producción que se le hizo a The New York en el hotel Jaragua, reitero el criterio de que Chery Jiménez no debió nunca cesantear la agrupación más moderna y emblemática que ha dado el merengue en toda su historia.

Una orquesta que cuando surgió, desde su debut en la discoteca  Red Parrot, donde estuvimos varios periodistas dominicanos, patentó su marca y estirpe pues, sin renegar de los locales tradicionales de merengue hizo su impronta y plantó bandera desde un local no común, marcando de inmediato la indiferencia.

Porque precisamente ese era el propósito de su mentor Chery Jiménez, quien ya residiendo en la ciudad de Nueva York, no se iba a quedar sirviendo el "arroz y habichuela" tradicional, y dándole más de lo mismo a la gente de Nueva York. Además tenía a Wilfrido Vargas como elemento esencial en el proyecto en sus inicios.

De ahí que  procuró conferirle a The New York Band elementos armónicos, conceptuales y referenciales de Nueva York, asimilando  las ideas de las grandes bandas del mercado norteamericano, para incorporarlas de manera dosificada al proyecto, lo cual la gente percibió de inmediato, pues de repente se vio de frente a una orquesta de merengue diferente en vestuario (vestían hasta de época), armonia de voces y coros, y una línea frontal impecable, activa y participativa, alcanzando con ello niveles amplios de aceptación y reconocimiento popular, a partir de uno de los repertorios más solidos de banda alguna de merengue de las que surgieron en los 80's.

Lo de the New York Band fue tan grande, que pudo resistir la entrada y salida de varias figuras que la identificaban en su momento, y que cuando salían no le hacían mella.

Hasta Cherito se lanzó como solista después de la desaparición de the New York Band, y no ha podido superar a la matriz. a la madonna, a la gran casa, ¿por qué no decirlo?¿O no es así?

Pero su papá Chery la desarticuló y la puso en retiro, sin imaginar que ya era una leyenda viva… no muerta.

Un fenómeno tan grande, que salió de los escenarios, y nadie puedo suplantarla. Por eso se dan el lujo de volver por todo lo alto, porque nadie ocupó su lugar, protagonizando el retorno más grande de grupo merenguero alguno de todos los tiempos.

Mucho hemos criticado los conciertos y espectáculos que algunas orquestas de merengue presentan, tanto aquí como en Nueva York, argumentando que no pasan de ser un “baile con luces”, debido a las carencias en cuanto a la conceptualización, a las ideas creativas, y los elementos claves que le confieren singularidad a una puesta en escena con caracteres definidos y propios.

Edilenia Tactuk es una productora que rediseña el concepto de la mi mise en scène con The New York Band al conjugar  elementos propios de una verdadera metteur-en-scène articulando un tinglado que pocas veces podemos ver en los escenarios criollos cuando se trata de orquestas de merengue, casi todas pasadas por “olla de presión” para "ablandarlas" y poder terminar la cocción  para servirlas sin que los comensales se rompan los dientes.

Una composición de planos y una puesta en escena nítida, jugando con los elementos de "enmarca" con buen sentido los caracteres  vivenciales que cuando se conjugan permiten percibir el "timing" y adentrarse en el “leit motiv” de la ciudad de Nueva York.

No importa como lo hace, pero si los resultados. El caso es que mi querida Edilenia recreó de manera fehaciente y convincente los latidos de un Nueva York que no duerme, con la orquesta de merengue más representativa de esa ciudad, en los planos musicales históricos colindante con la leyenda.

A mi modo de ver, uno de los mejores trabajos que se han hecho con una orquesta de merengue. Téngalo por seguro.

Se botaron todos.

The New York Band glorifica el merengue en sus 30 años de carrera

La de los 80 es la década dorada del merengue. No hay discusión. Tampoco puede haberla cuando se pasa balance al legado musical de The New York Band. La orquesta, creada en el 1986 en la cosmopólita ciudad newyorkina, salió al ruedo con una mística que dejó su impronta. Y lo que se escuchó, se vio y se experimentó en la pasada edición de los Premios Soberano 2016, fue una probadita de lo que estos talentosos artistas ofrecieron la noche del pasado martes en el Hotel Jaragua de Santo Domingo.

El Re-Encuentro de la legendaria orquesta de merengue, producido por Edilenia Tactuk, pintaba bonito. Desde que se dio a conocer la noticia de este concierto bailable, sus fanáticos –los de antes y los de ahora que son bastante– se frotaron las manos porque sabían que recibirían una gran descarga de esos éxitos de siempre que fueron apilando durante su trayectoria.

El escenario estuvo decorado con elementos propios de su sello, de su imagen y de sus orígenes newyorkinos, y al filo de las 10:30 de la noche, Cherito, Miosotis, Tony, Iris y Franklin salieron para entregarlo todo, con el deseo de volver a fijar la bandera en ese terreno nacional donde sus canciones se estrenaron para imprimirle una nota de orgullo al ritmo nacional.

Casi tres horas de show y no fueron suficiente. En las esquinas del Teatro La Fiesta, frente al escenario, se dejó espacio para bailar. El público, tímido, no se paró a ello hasta pasadas cinco, seis o siete canciones. Después, se armó un fiestón donde faltó espacio –y música– para bailar. ¡Qué noche!

La primera jornada de The New York Band en el Jaragua –esta noche hay una segunda función a la misma hora y en el mismo lugar– arrancó a todo pulmón, con Cherito entonando las notas de «Nadie como tú», luego soltó «Dame vida», «Si tú eres mi hombre» y «Corazón de azúcar». Azúcar no faltó para edulcorar los corazones de aquellos que brindaron junto a su acompañante.

En este punto, Miosotis iba pidiendo elementos de escenografía que descendieron del techo, para recrear una calle de Nueva York, el frente del lugar donde “todo comenzó”, y Cherito invitó a una fan (“la más activa en las redes sociales”) para que subiera a la tarima, y el artista le interpretó la versión en balada de su hit «Hola», una pena que luego no la cantara también en merengue. Fue un momento íntimo y romántico. Los aplausos evidenciaron la gran acogida de esta selección.

Más tarde, con el público ya bailaron hasta los anuncios, la orquesta marcó y sonó «El pecado», «Que siga la vida», «Amada mía» y «Si tú no estás». ¡Qué canciones, que buenos merengues estos! Ya terminada esta parte, Miosotis e Iris se quedaron solas, para deleitar a la gente con un medley de algunos éxitos de balada que les quedó muy bien.

La versátilidad de estos artistas también quedó servida como banquete para que degustáramos, literalmente, una penetrante versión de «Uptown Funk» (que hasta los amantes de los ritmos tropicalíssimos bailaron), el hit de Bruno Mars que fue para chuparse los dedos.

Ya el reloj marcaba casi la una de la madrugada, cuando The New York Band –que también hizo gala de sus vistosas escenografías– cuando Cherito dejó a cada uno de los vocalistas para que cantaran uno de sus temas popularizados en sus etapas independientes, y él mismo hizo «El Pedazo». Pedazos de recuersos iban cayendo a la pista mientras el público recordaba esos años dorados de esta agrupación que se reencontró en estos tiempos y muchos esperan sigan reencontrados en lo adelante. El merengue de calidad necesita una buena dosis de sus canciones.

La parte final reservó algunos temas muy intensos y conocidos, y llegó el turno de «María», «Atracador», «Viejo año» (una gran sorpresa que contó con la participación especial de July Mateo, Rasputín). Y luego se escuchó «Colé», que motivó al público a abarrotar cada rincón para bailar, cuando entonces Cherito pidió al carismático presentador Domingo Bautista que hiciera acto de presencia, para presentar lo obvio: las trompetas retumbaron el salón y con «Dancing Mood», The New York Band se quitó el sombrero en homenaje a la excelente puesta en escena concebida por Edilenia Tactuk. ¡Que esta noche siga la fiesta! (Máximo Jiménez-Photo News)

The New York Band ofrece concierto lleno de recuerdos

Un concierto lleno de sabor fue disfrutado por las cientos de personas que asistieron anoche a presenciar a la legendaria agrupación de merengue The New York Band, que volvió a pisar los escenarios dominicanos.

Este reencuentro con su público de décadas se realizó en el teatro La Fiesta del hotel Jaragua, y reunió a Cherito, Iris, Franklyn, Tony y Miosotis, los cuales hicieron su entrada cuando el reloj apuntaba las 10:55 de la noche acompañados de bailarines a ritmo de un popurrí de algunos de sus éxitos.

Temas como “Nadie como tú”, “Si tú eres mi hombre”, “Amada mía”, “Dame vida”, “María” y “Si tú no estás”, entre otros, fueron coreados y aplaudidos por los presentes durante la presentación.

La sorpresa de la noche fue cuando a ritmo del famoso “Baile del Pingüino”, subió al escenario el Caballo Mayor, Johnny Ventura, quien manifestó ser un gran fanático de la agrupación.

“Celebro con mucho orgullo que hayan decidido unirse de nuevo, porque el merengue lo necesitaba, esto significa que el merengue permanecerá para siempre”, manifestó Ventura durante su presentación.

Otro momento emocionante ocurrió cuando Miosotis pidió elementos escenográficos e inmediatamente estos descendieron del techo, para recrear una calle de Nueva York, lugar donde “todo comenzó”.

Cherito invitó a una fan para que subiera a la tarima, y el artista le interpretó la versión en balada de su hit “Hola”, creando un momento íntimo y romántico, donde los aplausos evidenciaron la gran acogida de esta selección.

Durante el concierto, además, mostraron algunos videos de la década en que The New York Band inició haciendo sus presentaciones en algunos programas reconocidos de la época, transmitidos por los canales locales.

Para el final se reservaron canciones muy intensas y conocidas, como el “Atracador”, “Viejo año” y luego se escuchó “Colé”, tema que motivó al público a abarrotar cada rincón del espacio para bailar.

El escenario estuvo decorado con elementos propios de su sello, de su imagen y de sus orígenes newyorkinos, lugar que los miembros de la agrupación usaron para entregarlo todo, con el deseo de volver a fijar la bandera en ese terreno nacional

(Anibelca Martínez-El Nacional)

The New York Band espectacular reencuentro

El espectáculo “The New York Band en vivo”, celebrado el martes y anoche en el hotel Jaragua, confirma el regreso de la legendaria orquesta que debutó en la Gran Manzana en 1986.

Con una gran producción de Edilenia Tactuk, la agrupación que marcó la diferencia en coreografía, vestuario y estilo musical en los años 80 y parte de los 90, puso a bailar al público adulto y juvenil que llenó el martes la primera función.

En medio de luces, bailarines y una gigantesca pantalla led que proyectaba imágenes emblemáticas de la ciudad de Nueva York, donde nació The New York Band hace 30 años, Cherito, Irisneyda, Miosotis, Tony, Johnny y Franklin, deleitaron a la audiencia con los éxitos que han mantenido vigente a la agrupación a través del tiempo.

A las 10:45 de la noche del martes, “Nadie como tú” y “Dame vida” iniciaron la descarga musical de los 12 músicos que sonaron impecables durante poco más de dos horas.

A seguidas Tony Swing hizo la presentación de Irisneyda y Franklin, quienes interpretaron “Si tú eres mi hombre y yo tu mujer”, provocando que se llenaran de bailadores las dos áreas habilitadas por la producción para tales fines.

El frente de la orquesta, seis en total, comenzó a tomar el pulso de la mágica noche con los éxitos “Chin pum callao” y “Corazón de azúcar”, “Hola”, “El pecado” y “Que siga la vida”, dando la oportunidad a que cada uno de los artistas se destacara.

Cherito se lució con la vocalización de los hits “Amada mía”, “Si no estás tú” y “El pedazo”, para dar paso a un medley de baladas a cargo de Miosotis e Irisneyda, quienes demostraron la fuerza de sus voces en “Como tu mujer”, “Si no te hubieras ido” y “No me queda más”.

El momento urbano lo puso Tony Swing con un grupo de jóvenes que hicieron “Uptown funk”, para dar paso a Miosotis e interpretar con mucha calidad una versión en salsa del tema “Señora”.

En “The New York Band en vivo” no podía faltar el merengue que popularizó con la orquesta el cantante Johnny (esposo de Irisneyda) titulado “María”.

Como invitado cantó July Mateo “Rasputín” su merengue clásico de esta época, “Viejo año”, para dar paso a otro de los temas emblemáticos de The New York Band, “Colé”, a cargo de Iris y Franklin.

El final del gran espectáculo llegó a la 1:00 de la madrugada con el sonado “Dancing mod”, el cual fue presentado por Domingo Bautista, quien por muchos años identificó su programa “La súper tarde” de Color Visión con ese pegajoso tema, poniendo punto final a una noche memorable de la música dominicana.

(Jorge Ramos-Hoy)