Y ahora hay algunos faranduleros que se han dedicado a la moda de mandar salmos y fragmentos de la Biblia por las redes sociales. Tienen el tupé de censurar el comportamiento de la gente del medio, diciendo que están en el pecado, y quieren influenciar a los demás, porque ellos son los predicadores de la palabra. ¡Otro relajo! Ni siquiera se les escapa Dios a esos sinverguenza, pedófilos, que hacen todo lo malo amparándose en la fe y en la religión. ¡Malditos! Hay que buscar no un látigo, sino un chucho para expulsarlos del templo por farsantes. ¡Cualquiera que los oye y los ve, los compra!. ¿Pero a quien van a engañar? ¡Te conozco bacalao, aunque vengas disfrazado.
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allanando el camino para ir a plagosear y mendigar Pensiones al Palacio
ResponderEliminarY lo peor es que tu le das la confianza de darle tu whatsapp y te lo llenan de porquerías, en las que ello a no creen... el celular privado de uno no es redes sociales...
ResponderEliminarAsquerosos que uno, sabe de lo que son capaces y quieren tapar el sol con los dedos, mandando vainas recogidas de otros Por que ellos no tienen capacidad