Hoy es el Día de la Juventud…
Una celebración más que se inscribe en el calendario de las fechas que pasan sin pena y sin gloria.
Llega este día en un momento crucial en que las aulas de las universidades están llenas de jóvenes que se preparan con el propósito de alcanzar un futuro mejor, bajo la incertidumbre de al graduarse no encontrar dónde trabajar ni ejercer la profesión en base a un salario digno, por lo que a los jóvenes graduados no les queda más que emigrar al extranjero en busca de mejores oportunidades.
Un día de la juventud en un país de grandes desigualdades sociales, donde muchos que una vez fueron jóvenes carecen de atributos para erigirse en ejemplo para las nuevas generaciones desde las posiciones depredadoras que ocupan ejerciendo funciones públicas, amparados en la impunidad y sustentados en la corrupción.
Llega el Día de la Juventud con un Ministerio de la Juventud, que en vez de ministerio lo que deviene es en un misterio, porque no se sabe qué hace ni para qué fue creado.
Juventud divino tesoro, ya te vas para no volver, escribió el poeta Rubén Darío, una expresión que sintetiza y remarca el ineludible paso del tiempo, el transcurrir de la vida a veces tan doloroso como un espasmo, o tan placentero como un orgasmo.
¡Oh juventud, divino tesoro!
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NIURKA BAEZ,
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