jueves, 26 de enero de 2017

“La La Land”: un romance musical para nuestro tiempo
La cinta explora de forma honesta como se desarrolla una conexión romántica entre personajes que registran como seres de carne y hueso
La aclamación de la crítica y una alta suma de nominaciones a los Oscar usualmente es algo positivo para un filme, pero cuando se llega al nivel de “La La Land”, cinta que estrena hoy en Puerto Rico después de ser universalmente celebrada como lo mejor del cine del 2106 y de haber recibido un récord de 14 postulaciones a los Oscar, el efecto puede ser negativo. Durante la espera por que el musical de Damien Chazelle estrene en los cines de la Isla he escuchado la siguiente interrogante un sin número de veces: ¿En realidad es tan buena como dicen?

Independientemente de que la contestación a eso sea un “SÍ” contundente, la pregunta da la clave de que la mayoría de los espectadores que lleguen a los cines lo harán con las expectativas en la estratosfera o peor aún, desafiantes ante la posibilidad de que el filme los impresione. Y es por esto que me dirijo a ellos primero.

Como filme, “La La Land” no fue creado para ser amado por todo el mundo. Más importante aún, el filme no tiene como aspiración principal impresionar a nadie. Chazelle y su talentoso elenco y equipo de producción tenían como objetivo realizar un romance musical moderno. Y es precisamente en ese contexto que la película no solo cumple con sus objetivos artísticos si no que los sobrepasa para convertirse en una experiencia cinematográfica excepcional.

Dentro del género musical, Chazelle triunfa ante un reto que derrotó a directores del calibre de Martin Scorsese (“New York, New York”) o Francis Ford Coppola (“One From the Heart”): tomar las convenciones clásicas del musical original de la era dorada de Hollywood y lograr algo nuevo y moderno. “La La Land” está repleto de referencias y tributos explícitos y sutiles al trabajo de cineastas como Stanley Donen (“Singin’ in the Rain”,  “Funny Face”) Vincent Minnelli (“An American in Paris”, “Gigi”), Bob Fosse (“Sweet Charity”, “All That Jazz”) o intérpretes como Fred Astaire, Gene Kelly, Leslie Caron, Ann Margaret o Cy Charisse.  Sin embargo, el filme trasciende estos homenajes y se convierte en una exploración novedosa de un romance moderno. El filme entero es una celebración maravillosa de pasión, música y romance que se da la tarea de evaluar el choque entre lo clásico y lo moderno y, más que nada la realidad versus la fantasía. 

A diferencia de un musical como “Moulin Rouge”, filme que aprovecha la estructura narrativa simple de un romance imposible para construir una explosión musical post-moderna, “La La Land” utiliza las convenciones del género para explorar de forma honesta como se desarrolla una conexión romántica con personajes que registran como seres humanos de carne y hueso. Una de las canciones del filme le rinde tributo a los “que se atreven a soñar”. El filme entero es una carta de amor a esta noción, que los sueños y las fantasías no son exclusivos o prisioneros de lo que Hollywood plasma en la pantalla grande.Esta película logra ser el musical perfecto tanto para los que aman este género como los que dicen detestarlo. Tomando prestado el calendario de un año que utilizó el cineasta francés Jacques Demy en “The Umbrellas of Cherbourg”, Chazelle presenta el comienzo y las complicaciones de un romance entre Mia (Emma Stone), una joven que se mudó a Los Ángeles para tratar de ser actriz profesional, y Sebastian (Ryan Gosling), un músico que sueña con ser dueño de su propio club de jazz.


Durante la primera sección de la historia, que comienza en un invierno californiano, la película cuenta con números musicales que son el equivalente de explosiones adictivas de azúcar en la pantalla grande. Los protagonistas literalmente flotan y bailan en un cielo estrellado. Todo esto es una expresión musical de lo que en una relación romántica es etiquetado como “La Luna de Miel” donde todo es bello y maravilloso. Sin embargo, todo el que ha estado en una relación sabe que esta etapa está destinada a terminar. Y es precisamente en esta sección de la historia donde el uso de la música toma un giro mucho más orgánico y Chazelle revela el corazón melancólico del filme.

Como musical “La La Land” tendrá muchos elementos que se parecen a otras películas, pero como romance moderno es un filme singular. Ninguna de las complicaciones en la relación son el tipo de ficción que se crea en en los mejores melodramas de Hollywood para apartar a los protagonistas. No hay muertes inesperadas, ni infidelidades o secretos destructivos de su pasado. A esto se le suma el que Mia y Sebastian no son personajes típicos de un romance de la pantalla grande. De hecho, ninguno de los dos parece estar particularmente interesado en tener una vida romántica. Ambos están en Los Ángeles para realizar sus sueños profesionales y vivir de lo que les apasiona.

Pero como dice el refrán al que no quiere caldo se le dan tres tazas. Gosling y Stone dan las mejores interpretaciones de sus carreras como una pareja que se enamora cuando reconocen en el otro el deseo de una pasión que muchas otras personas descartan como imposibles. Los sueños de los protagonistas es lo que los une a nivel romántico y lo que amenaza con separarlos. Esta es una noción romántica clásica pero de la forma que lo ha trabajado Chazelle y  sus actores logra que registre como un conflicto genuino.


Durante la última secuencia musical de la película los protagonistas corrigen todos los errores que cometieron en la relación y visualizan un romance perfecto como los que a todos nos gusta ver en el cine. Este momento es el epítome de los logros de este filme. Con “La La Land” Chazelle ha creado un filme donde la fantasía y la realidad pueden coexistir en la pantalla grande de forma plena, una noción romántica que funciona de forma espectacular como un musical moderno de Hollywood.(Juanma Fernández-Paris-El Nuevo Día)

7 comentarios:

  1. Podria ser la pelicula mas premiada del mundo pero morire con la duda de saber si es buena o no porque yo simplemente ODIO LOS MUSICALES!
    Por cierto la de Mel Gibson es una OBRA MAESTRA deberian verla y aprender de ella muchas personas que conozco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando la vea te la voy a contar, asi dejaras de escribir estupideces, que le importa a la gente que a ti no te gusten los musicales???? Mi madre, que es lo que se creen ciertos parasitos de la sociedad, con infulas de intelectuales.

      Eliminar
    2. El que tu seas Gay no significa que a los demas nos guste esa clase de peliculas. Idiota.

      Eliminar
    3. Anonimo 12:57. Excelente pelicula la de Mel Gibson. Lo mejor que he visto en muchos años!

      Eliminar
  2. Mientras tanto El Plan Perfecto de Robertico Salcedo y Tuberculo Presidente estan arrasando en los cines dominicanos y asi se preguntan por que este pais esta como esta.

    ResponderEliminar
  3. Nominaron 6 negros este año por el political corretness del 2016. Esto se jodio.

    ResponderEliminar
  4. Y boca de piano comparando el cine de Hollywood con el Criollo.. La verdad es que el prieto es comia e puerco

    ResponderEliminar

Se valora el envío de comentarios no ofensivos apegados a la moderación.
NIURKA BAEZ,
Moderadora de comentarios