¡Chanfle!

En estas elecciones de Acroarte tiene uno que ver y oír cosas que realmente que sin querer queriendo nos evocan los tiempos de Paco Escribano el autodenominado “Rey del disparate y archipámpano de la carcajada.”

En el acto de presentación de la plancha de Cristina Liriano en Hard Rock Live le fue cedido un turno a la cronista de arte Amerfi Cáceres, a quien se le ha encargado de desarrollar un programa de ayuda comunitaria en caso de ganar las elecciones.

A todas luces uno de esos cargos creados al vapor, no contemplados en la directiva, que se establecen para lograr adhesiones y apoyo de algunos miembros. Porque de todo se ve en campaña. ¡Hasta el premio al Mérito Periodístico se le ha prometido a algunos! 

Pero bueno, son recursos de campaña, y con tal de ganar se vale hasta prometer el cielo y la gloria. Uno tiene que entender eso.

No por ello se tienen que aceptar y dejar pasar las cosas que se dicen y se hacen, como lo expuesto por la prima Cáceres, la cual anunció que Acroarte, "en su plan con la comunidad",  entrará en contacto con los directores de colegios y  los grupos de las promociones, para ayudarlos a que las orquestas les toquen su fiesta de graduación más barata.

Y con zorradas razones pregunto, ¿asumirá  Acroarte el rol de intermediaria para que los combos toquen baratas fiestas de graduación?

Una propuesta de gestión que se pasa de "sabrosa" según se ve. 

Sería algo absurdo y sin sentido, lo que además conllevaría una situación indelicada y comprometedora para la institución, pues ¿qué pueden pensar los líderes de orquesta cuando Acroarte les pida que le toquen barato un baile a los graduandos de un colegio?.

Con zorradas razones  pudieran pensar que desde Acroarte se le está condicionando o presionando, para que le pongan precio a su trabajo y que de no optemperar pudieran poner en riesgo una posible nominación al Soberano.

Conociendo como son los artistas, de seguro que pensarían eso y más. 

Por lo demás, con tantos problemas que tienen los miembros de Acroarte, y la entidad tratando de resolver los de la comunidad, y no los propios, sin que con ello propugnemos por una actitud indiferente y egoista.

Vamos a ser  más racionales, y pongamos un poco más de sentido común.  

Dejemos de estar jugando al Chapulín Colorado con propuestas “chanfles”.  No caigamos, por Dios,  en pacoescribanadas como las del Rey del disparate y archipámpano de la carcajada”