LA ROBOTIZACION

Periodistas ruborizados

Me preguntaba una joven estudiante de comunicación de la Universidad Católica de Santo Domingo nuestra opinión sobre lo que deberían hacer los nuevos cronistas de arte, que no tienen la data ni la experiencia nuestra en el medio.

-Prefiero hablar de lo que no deben hacer...Y lo primero es que deben evitar la robotización- dije.

-¿Como así?- me dijo.

-Eviten convertirse en robots de empresarios artísticos, productores de programas de televisión, de artistas, y hasta de los mismos anunciantes y patrocinadores.

-Uyyy, qué interesante. Pero quiero que me lo explique en detalles, para saber a qué se refiere- dijo.

-Mira. Es importante que cuando veas un "show" y  emitas tu criterio sobre lo que ha visto, debes hacerlo sin temor a decir algo que pueda no ser del agrado del artista ni del empresario que presenta el espectáculo. Es una pena lo que veo cuando asisto a los "shows" y conciertos, que algunos colegas se eximen de criticar los desaciertos y errores que se cometen en los mismos, dizque para estar bien con los empresarios y artistas. Pero sucede, que el público, con un sentido crítico muy aguzado en estos tiempos, sube a las redes sociales eso que los cronistas quieren ocultar o tapar. Y entonces el cronista queda feo, porque la gente, con la inmediatez y sinceridad de las redes sociales, hasta logra hacer trending topic con lo sucedido. El cronista que actúa así pierde influencia y credibilidad. Se acomodan en una zoa de confort peligrosa y se convierten en periodistas de notas de prensa que reproducen los escritos que les envían, con fotos, el mismo empresario diciendo que todo fue un éxito.  Eso daña la crónica de arte de este tiempo, lamentablemente. El oficio es necesario asumirlo con criterio, no importa los líos en que te metas, o que no te inviten a un show. Fíjate, en los años 70, tenía un anuncio de El Maunaloa Night Club en la radio, y publiqué en El Nacional una crítica de un show que hicieron. Me suspendieron el anuncio, sin explicarme razones. Y me paré en dos patas, como dicen, porque sabía de donde venía el asunto, y lo dije. El revuelo que provocó eso, en un medio entonces tan estrecho, fue enorme. Y Edmón Elías me mandó a llamar y me pidió escusa diciendome que la orden salió de la oficina, pero no de él. Me volvió a colocar el anuncio, duplicado, y te puedo decir que fue el comercial que más tiempo he tenido. Nada menos que 40 años, hasta que vendieron el viejo Maunaloa. 

-Realmente, interesante eso que dice señor Joseph.

-Otro ejemplo de robotización es el de los cronistas que cuando se está acercando el premio Soberano son contratados por artistas para que les hagan relaciones públicas. Pero, buscan que se publiquen sus actividades del año, tratando de ponerse "donde el capitán los vea", lo cual no vemos mal, porque cada quien debe procurar la manera de dar a conocer lo que ha hecho. Lo que no debe aceptarse es la obligación de hacer labores de cabildeo. Ningún cronista debe comprometerse a eso, porque está prohibido en los reglamentos del premio. Aunque a veces lo hacen de manera solapada y encubierta. Está bien que se busquen su "chanchito" con las llamadas relaciones públicas, que lo hacen también periodistas deportivos, en su área, los de la política también. Aquí todo el mundo, como dicen, "se la busca", lo que sucede es que al momento de hablar de payola, relaciones públicas, solo se alude a la farándula, cuando el dinero está en otras áreas, como se puede ver con periodistas de la política que se han hecho millonarios.

-¿Entonces usted está en contra de que los cronistas de arte hagan relaciones pública?

-De ninguna manera. Se ha establecido que la mejor vía de convocatoria a ruedas de prensa es cuando está al frente un cronista de arte. Se conocen y , y sabe canalizar el evento. Maña fuera que los artistas buscaran a cronistas deportivos o de la política para convocar a cocteles y ruedas de prensa. Hasta el mensaje Venois (Venúa) que usa Acroarte es el mejor para regar las invitaciones, porque se conoce donde vive o trabaja todo el mundo, lo cual asegura que estas lleguen a su destino.
A lo que me opongo es a la robotización, en los términos ya explicados. Y otra cosa, los cronistas de arte no deben enemistarse ni pelearse entre ellos por defender artistas que representan. Lo digo, porque he visto ofensas y conflictos innecesarios entre periodistas de espectáculos, por artistas que están de por medio.

-Bueno, la solidaridad es importante, sr. Cáceres. Pero qué opina de alguos artistas que la emprenden en contra de los periodistas y de Acroarte, cuando no les dan el premio Soberano.

-Qué te digo. Es normal que algunos artistas se molesten cuando no consiguen un premio que ellos piensan les toca. Marcel en años pasados protestó contra el premio, porque no la nominaron, y montó una marcha caravana, que a mi me pareció muy simpática, porque era una expresión de inconformidad porque no se le tomó en cuenta en las nominaciones. No le vi nada de malo a eso, pero sin embargo, a Marcel desde  entonces la excluyeron del premio. el mayor castigo que se le hace a un artista. Lo curioso es que este año Nelson Javier, "El Cocodrilo", se regó en su programa  porque no ganó el Premio a Programa Regional. De lo poco que dijo fue que los cronistas de arte eran unos sinverguenza y ladrones. Lo de curioso viene de que en la recien pasada campaña electoral de Acroarte, las dos candidatas fueron al programa de El Cocodrilo para que las entrevistaran. Ni caso le hicieron a la acusación de que los de Acroarte son unos ladrones. Paradojicamente, Marcel no llegó a tanto, porque lo que organizó fue un desfile de battom ballet de protesta, sin decir que los cronistas son unos ladrones.

-Gracias, señor Joseph. Por algo se ve que usted fue tres veces presidente de Acroarte. Ssus palabras serán de mucho beneficio y ayuda.