El París de mis amores
Sin hay una ciudad que subyuga, enerva e impacta es Paris, por sus riquezas históricas, arquitectónicas, sus ancestrales valores culturales y estilo de vida de su gente.
Pasear en la mañana, de tarde o de noche por sus calles, como la avenue de l'Opéra, el boulevard des Capucines y des Italiens.
Plazas como Place Saint-Michel, Place de la Concorde, Montparnasse, la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el Palacio de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier, o el barrio de Montmartre y el Latino, el museo el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia.
Plazas como Place Saint-Michel, Place de la Concorde, Montparnasse, la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el Palacio de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier, o el barrio de Montmartre y el Latino, el museo el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia.
Incomparable, como ámbito de la moda, el lujo. Una ciudad para inspirarse en ella de manera permanente, a Ville Lumière o la Ciudad Luz, a la que tanto le han cantado los poetas y escritores, lo que la hacen el destino turístico más popular del mundo.
En verdad les digo que vale la pena conocer Paris, y abrevar de sus encantos, dejando correr la imaginación a través del tiempo y los siglos que atesoran sus bulevares, su rica gastronomía, y el encanto de sus mujeres, proverbiales en la manera en que cuidan lo básico de la belleza, en un estilo de vida desenfadado, orientado a la búsqueda de elementos armónicos, rompiendo con cánones y mitos estereotipados, libre de complejos y esteticismos superfluos, que alcanzan su valoración en un esquema diferente, en lo conceptual , en lo anímico… mujeres muy sutiles, pero con estilo, capaces de despertar, sin provocarlo, fantasías sexuales muy eróticas.
Nada más emocionante y gratificante, que alcanzar la dicha de despertar entre las piernas de una mujer francesa, en un baño inenarrable de lujuria, voluptuosidad y sutilezas plenas.
Vivir esa experiencia, nada desdeñable, si partimos del hecho cierto de que las francesas no engordan ni envejecen, huyendo siempre de los criterios y conceptos estereotipados de la mujer de América
Gente orgullosa de su cultura, de su raza y costumbres. Con una educación avanzada, aunque se le suele acusar de gente presumida, lo cual no es más que parte del mito articulado a partir del desconocimiento de las razones que subyacen detras de las apariencias. Vivir París, es vivir el mundo
Las escalinatas ascendentes de Opera suelen llenarse de visitantes, muchos de ellos mujeres que suelen sentarse de manera desenfadada, que con frecuencia muestran las interioridades de sus "zonas de peligro", sin importarles el avistamiento de los fisgones y hedonistas que aparecen dondequiera, como parte de la naturaleza humana.
Yo vivi en Paris y es cierto que es magica, pero no se puede vivir. La gente es malinchista, no soportan la meritocracia. Nadie tiene aspiraciones a nada. Si eres extranjero no consigues trabajo serio ni que tengas un PHD. Sacar una licencia de conducir son 7 meses, sacar un alquiler de un apartamento son 3 meses o mas por la burocracia. Poner un negocio? olvidalo, las aplicaciones para los permisos pueden tomar años.
ResponderEliminarBonito es. Historico tambien. Pero esa gloria que hizo a Francia dos veces imperio desaparecio para siempre.
París, Roma e Italia, son ciudades Europeas muy Bellas, pero el Terrorismo se ha adueñado de Ellas últimamente, y eso es una Gran Pena!!
ResponderEliminarBuen aqueroso 8:45 quisiera saber donde oite o leite eso,porke tu no a ido ni a la matica.A lo mejor a la isla saona en un tubo de goma de camion.
EliminarEn ningún momento dije que fui Anonimo Perro, lee bien y después contesta, es más no conteste Na, que no fue contigo que hable Anonimo12:15
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