jueves, 28 de septiembre de 2017

Mi vampirta favorita

Las vampiras aparecen a medianoche
El reloj marcaba justamente las 12 cuando ella hizo su aparición.

Entró por el portón trasero que había dejado abierto esperando su llegada.

Lucía inquieta y ansiosa por chuparme. Sus labios cenizos la delataban.

Por ello no opuse resistencia  cuando se avalanzó sobre mí y clavó sus filosos colmillos en mi cuello.

Sentí como mi sangre fluía a borbotones mientras ella se saciaba.

No me quedaba más remedio que permitir que se alimentara de mí, con lo escuálida  y débil que estaba. Después de todo era la última vampira megadiva que quedaba de una especie en extinción, y yo era el único eslabon que podía prolongar su existencia.

Aquel minuto que estuvo en mi cuello me pareció una eternidad. Olía a pólvora, pero no me importaba darle mi sangre, no podría negar que me gustaba.

Cariñosa y tierna a veces; salvaje, peligrosa y agresiva cuando tenía hambre.

Cuando se desprendió de mi cuello me miró con ternura, como una gata en espera de una caricia de su dueño.

Tomé su cabeza en mis manos y hundí mis dedos en su pelo  lacio. Gemía de placer, mientras me movía en su pelo. Fue cuando me di cuenta de que estaba excitada.

Poco a poco la fui despojando del vestido negro que llevaba, hasta quedar en unas diminutas bragas que delineaban su bien torneado cuerpo, que parecía haber sido esculpido por el cincel de un artista.

La tome por la cintura y por espacio de una hora estuvimos levitando

Un viento, entre cálido y frío, entró por la ventana, y cuando todo estuvo consumado no pude evitar sentir  el remordimiento de haber procreado con ella un vampiro de condiciones excepcionales, capaz de durar más de mil años.

Un vampiro que habría de nacer ya al día siguiente, porque a diferencia de las mujeres comunes y corrientes, las vampiras no necesitan una espera de nueve meses para alumbrar.

Estuve a punto de arrepentirme y de obligarla al aborto, pero ella al parecer se percató de mi intención y salió volando.

Se fue por la ventana, dejándome envuelto en un mar de incertidumbre, de dudas, y de espanto.

Nunca más la volvería a ver

Su vida acabaría justamente  en el momento del parto y del nacimiento de una nueva criatura para el mal. 

2 comentarios:

  1. la vampiras de mi tierra no tienen ombligo.y la que tienen se estan chupando a la perra de aqui y al perro de alla.jajaja

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  2. (AS)


    Siempre he creido que el titulo de ese tema fue puesto por LUIS DIAZ en alucion a los colmillos que lucia SERGIO para esa epoca...antes de que el difunto CHOLO BRENES "invirtiera" en la boca de su pupilo...

    El VAMPIRO es (EL) pues el estribillo es muy preciso...

    "yo la tiro...yo la tiro, pa, -> MI <- hoyo".

    sea como sea, ese tema necesariamente tiene que estar en el TOP FIVE de los mejores merengues de los 80s.
    y a mi juicio "Las vampiras" es el mejor tema de SERGIO una interpretacion impeccable, y uno arreglo orquestal muy bien elevorado.(AS)


    PD: ZORRO, la "arquitectura" del lenguaje que uasted ha usado para este articulo lamentablemente...lo convierte en POETA.

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NIURKA BAEZ,
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