martes, 19 de septiembre de 2017

responsabilidad. El menú y la comida es muy buena, en la línea italiana, al igual que la carta de vinos.
Lo único malo es la tardanza en el servicio después que usted ordena y ha terminado las llamadas
"entradas". Parecería que para ir a Capriccio, hay que estar preparado para aguantar el "capricho"  de la tardanza, donde para comer hay que hacer una Hora Santa, una procesión, y un viacrucis.
Lo curioso es que solo habían tres mesas, y aun así se tardan más de lo debido para servir los pedidos. Y así no, papá

2 comentarios:

  1. Lo que pasa que ahí se le da cocción a la comida, nada de al dente de otras porquería. Y para que los caprinos sean totalmente fresco, esperan que los cliente los pidan, para pasar al sacrificio de cortarle el cuello.

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