sábado, 2 de diciembre de 2017


Pueblo Blanco
Esta es la historia de una canción mutante, con eco de regreso y conciencia metafórica para otras tragedias. Cuando Serrat la compuso a principios de los setenta, la motivación estaba clara: hacer una crónica más bien tétrica del abandono de los pueblos y el asalto a la ciudad, un testimonio de la transformación de un país que dejaba masivamente de ser rural para convertirse en urbano. Pero años después, cuando el artista la cantaba en Chile o Argentina y entonaba estas líneas: “Pero los muertos están en cautiverio y no los dejan salir del cementerio…”, automáticamente sobrevolaban entre los estadios y las conciencias los crímenes de Videla o Pinochet. “Es una de las maravillas que tiene hacer canciones. No sabes hacia donde las va a llevar la gente”, dice Serrat. Hoy, cuando leemos en las noticias un cierto pálpito de vuelta al campo, podemos decir que esta majestuosa pieza ha iniciado su camino de regreso.(E-P)

2 comentarios:

  1. Pinochet salvo su país del comunismo. Estos cantautores nunca hablan de los muertos de Fidel Mao.

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