El abuelito durmiente del bosque…

Desde los años setenta hay un grupo de amigos que mantienen la costumbre de juntarse a compartir la Semana Santa con toda su familia.

Primeramente era en Puerto Plata, en la epoca de "la olla'', con Domingo Bautista, Francis Moya, Emely Tueni, Fanny Santana, Enrique Fernandez, Nelson Rodríguez, haciendo "serrucho"para alquilar casas para el alojamiento.

Luego en Casa de Campo, cuando Medrano presentaba espectaculos los Sabados Santos en el Anfiteatro de Altos de Chavon, con el patrocinio de Baninter, que facilitaba el hotel y las villas.

El junte tradicional de amigos en  Semana Santa se trasladó luego a  Barahona, con alojamiento en el hotel Larimar.

Un día se va a la frontera en caravana y se le da la vuelta al Lago Enriquillo, haciendo paradas en las posas, en los balnearios y pasando por los pueblos circundantes. Al dia siguiente la ruta obligada es Bahia de las Aguilas.

Muchas son las historias, anécdotas, relajos que surge en esos días de camaraderia.

Una de ellas ocurrio con Tony Brito, periodista de Bonao, a quien le correspondio hacer la travesía en el vehiculo de Reyes Guzman, quien viajaba con su familia.

Tony aprovechó para "echar una pavita"  durante el largo trayecto, sentado en el asiento de atrás del vehiculo, al lado del vástago de Reyes.

Dice Tony que no iba durmiendo del todo, sino "dormitando", por lo que pudo escuchar cuando el hijo de Reyes dijo: "Papi, papi, el abuelito se ha dormido".

Reyes Guzmán se rió de lo que dijo el muchacho.

Tony  siguio con los ojos cerrados, haciendo creer que dormía. 

"!Que carajito más fresco, diciendome abuelito. Y lo peor es que el pai' se lo celebra!", pensaba Tony, furioso.

Cuando llegaron a su destino le contó la ocurrencia del muchachito a todos los demas integrantes de la caravana, en tono muy ofendido.

Y todos le hicieron el coro, diciendo que era una infamia decirle abuelo.

¡Muchacho malcriado! Faltándole el respeto a las personas mayores.

Además, el hecho de que él aparezca así, como se ve en la foto, de ninguna manera significa que esté durmiendo.

Más les conviene que se callen la boca, no vaya a ser cosa que los esté oyendo.