Asociación de empresarios artísticos
República Dominicana se ha convertido en una plaza importante para el “show business” en América Latina.
La cantidad de grandes figuras artísticas internacionales que son traídas para actuar en nuestros escenarios sobrepasa ampliamente la de naciones más grandes y con mayor cantidad de habitantes.
Sólo hay que escuchar y ver las promociones que se pasan en la radio y la televisión, la que aparece en vallas callejeras, en ocasiones hasta coincidiendo en igual fecha.
El negocio del espectáculo en Dominicana ha establecido un mercado importante, que mueve sumas millonarias anualmente.
Lo extraño es que quienes mueven ese gran negocio, se encuentran disgregados, trabajando cada quien por su cuenta, cuando muy bien pudieran asociarse en procura de velar por el bien común.
Los empresarios artísticos y promotores de espectáculos no cuentan con una asociación que los agrupe, como si acontece con los de Puerto Rico, por solo citar un ejemplo.
Ello los hace muy vulnerables, como se ha podido comprobar en el caso del cantante Ricardo Arjona, quien por lo visto es reincidente en el incumplimiento de sus compromisos y contratos.
El hecho de que dos empresarios criollos lo estén demandando al mismo tiempo, debería servir para que se planteen la necesidad de que se unan para protegerse, en vez de mantener una rivalidad y competencia que debilita su imagen en una actividad tan frágil y vulnerable como es la de negociar con artistas, donde se arriesga mucho dinero, y no es tanto lo que se gana
Yo tengo mucho dinero.
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