Los urbanos y la delincuencia

¿De verdad o de mentira?

El denominado “Nano el Sicario, asesinado a balazos junto a su pareja sentimental en el sector de Los Guandules, tenía un prontuario de cinco crímenes que había cometido en el sector, donde andaba con un grupo armado, haciendo asaltos en puntos de drogas,  y accionando fuera del barrio, según publica Listin Diario.

Porque  era un guardián del sector, pues no permitía que los ladrones operaran en Los Guandules. Que robaran en cualquier otro sitio, pero  no en el barrio. Ese era su código…

Sin embargo el detalle que llama la atención es de que según la publicación “Nano el Sicario” también era popular por su “carrera artística”, llegando a grabar varios temas musicales urbanos, entre ellos la canción “Andamos Rulay” y “Llamado a la Patria”, en las que narra las supuestas vivencias de él y su “combo de Al Qaeda”.

“La calle está dura y bien al garete, de día y de noche yo cargo mi fuete”, reza "Nano" en una de sus canciones y frasea que “la gente que sigue robando Nano los sigue matando”.

¿Y saben qué? Ese hecho de que “Nano el Sicario” incursionaba como “artista urbano”, con los códigos y el lenguaje del género, refuerza el criterio adocenado que algunos tienen del  “movimiento” en el sentido de que  en su esencia está inficionado por el mal y el bajo mundo.

Pienso que no se debe generalizar.

Si bien es cierto que muchos urbanos se montan en caracteres de personajes delincuenciales, para sincronizar con el “leit-motiv” y los antivalores que se reflejan en el bajo mundo (underground), no menos es que hay otros que lo adoptan de manera referencial. Son solo caricatura…
Se quedan en lo superficial, pero no asumen el personaje.

Son los urbanos “light”, que sin embargo son los que más trascienden y alcanzan mayor resonancia en diferentes capas sociales.

Los “duros”, los del “grajo”, los que se creen de verdad el cuento de los  “delincuentes”, o que lo practican, se quedan siempre ahí…en el bajo mundo. Y ahí mueren.