Anthony Santos…ni santo ni pecador.

En el año 1996, siendo presidente de Acroarte, decimos que la bachata entrara por primera vez al espectáculo del premio Casandra, hoy Soberano.

Como saben para ésa época habían muchos prejuicios en contra del género, pues se le veía como “música de gente baja y de abajo”. Llevarla al escenario del Teatro Nacional para muchos era una ignominia, un sacrilegio, una ofensa a los diletantes del arte culto.

Pero nosotros la veíamos como una expresión popular que había que limpiar y adecentar, como de hecho ocurrió.

Anthony Santos ya descollaba con sus bachatas (Voy pa’ allá) y nos propusimos que fuera él quien estuviera en el espectáculo del Casandra en ese año. Además, estaba nominado como Bachatero del Año.

A diferencia de Ahora, Acroarte intervenía en la producción artística del premio. Hoy día eso está en manos de la Cervecería.

¿Saben cuál fue la respuesta de un vocero de Anthony Santos? Que participaría en el espectáculo de El Casandra, siempre y cuando se le asegurara de antemano que iba a ganar el premio como Bachatero del Año.

Y le dijimos que no. Que no aceptábamos esa exigencia, que ese premio lo decidía la membresía en su votación.

Descartamos  la actuación de Anthony Santos, y lo sustituimos con Victor Víctor,  Zacarías Ferreiras y José Manuel Calderón. (Mesita de Noche, El Triste, y el Padre de la Bachata. El segmento fue un palo, sin Anthony Santos).

¿Que sucedió con el premio?. ¡Que se lo ganó Anthony Santos! No estuvo en el espectáculo ni en el teatro para recibirlo, pero se le dio porque era quién lo merecía.

Esto viene a cuento a propósito de que ese artista está en un laborantismo con los directivos de la asociación en procura ahora de un premio. Estamos al acecho.