Joseph Cáceres

La desesperación frente a la popularidad arrolladora y creciente de Leonel llegó al extremo

Por Johnny Arrendel

Hemos dicho que contrario a 2016, ahora y de cara a 2020 el tiempo es un aliado de Leonel Fernández.

Para la precampaña de esa ocasión, entre 2014 y 2016, el sector reeleccionista solo tenía que dejar que corriera el tiempo, ya que la gestión contaba con una aprobación superior al 83 por ciento y la presentación del mandatario se veía como algo lógico y natural.

Se dio la reunión de Metro, donde el Comité Político pasó el rolo sobre los leonelistas y el golpe final lo significó la presencia inusitada de Quirino con sus imputaciones infamantes contra Fernández.

En cambio, en esta coyuntura el tiempo es aliado incondicional de Leonel Fernández. Si no lanza un proyecto reeleccionista, todo peledeísta o afín se mueve hacia él que el candidato natural para 2020.

Pero si el sector oficialista decide proclamar la reelección, desataron un concierto de fuerzas que se levantan contra lo que definen como despropósito: las iglesias, el empresariado, la sociedad civil, etc.

La realidad es que desde hace unos seis años, todo lo que se hace desde el oficialismo va dirigido a tratar de contener al León. Evitar que Leonel se mueva en las calles y pueda buscar la candidatura presidencial.

Se ha comprado la franquicia del PRD y se mantiene controlado al PRM a través del adlátere Hipólito Mejía, mientras que se dividió al PRSC, todo con tal de que Leonel no tenga alternativa si se le cierra el paso en su propio partido el PLD.

Sabedores de que dentro de las filas moradas el León es soberano, se trata obstinadamente de que las primarias para seleccionar candidatos sean abiertas y no con las matriculas partidarias como es de esperar.

Alguien de manera ilusa pensó que quitándole la "alcancía" y anulando el trabajo de masas del líder se podía cercarlo y evitar que siga estremeciendo las calles, y por eso la suspensión unilateral de Díaz Rúa y Félix Bautista como titulares de Finanzas y Organización del PLD.

Ilusos, porque un candidato que se encamina al poder, como Leonel Fernández, tiene detrás suyo, gente de sobra que quieren financiar su proyecto, por dinero no se va quedar.

Tampoco necesita a Félix Bautista, allí donde llegue Leonel la gente saldrá de manera espontánea a respaldarlo.

Ahora, la desesperación llega al extremo, influencian dentro de la Junta Central electoral para que detenga las movilización de Leonel.

Si solo fueran Hipólito Mejía, Pared Pérez, Francisco Domínguez Brito, Carlos Amarante Baret, Ramfis Trujillo o Guillermo Moreno quienes se movilizaran en proselitismo, nadie hiciera nada, total.

Imaginen, en sus dos primeras salidas de domingo, las actividades de Leonel han copado los periódicos del lunes, por encima de cualquier otra temática.