ARTE NACIONAL

Vida en la Ciudad Colonial

La ciudad colonial se ha convertido en el epicentro del entretenimiento y la diversión en la República Dominicana, sobre todo en las noches de los fines de semana.

Los restaurantes, lounge, tavernas, pubs, cigars clubs, discotecas, terrazas, se abarrotan en la vecindad, conjuntamente con las actividades culturales de Las Noches de los Museos, los conciertos de jazz, y los ambientes de algunos exclusivos hoteles boutique de lujo que los Vicini han creado en rancias edificaciones de la zona.

Ello aparte de los restaurantes que se agrupan en la Plaza de España, los que están en el denominado  “bulevar del pequeño Paris" de la calle El Conde con Las Damas, las actividades festivas de Bonyé en las Ruinas de San Francisco los domingos, las salas de teatro y de cine al estilo "off Broadway" que también hacen su oferta.

Mientras el resto de la zona metro a veces languidece en quietud, en la ciudad intramuros se manifiesta una gran efervescencia, con predominio de la gente joven que la escogido como su favorita, y que es la responsable del éxito que han experimentado los negocios que se han establecido tanto en edificaciones coloniales, como también en los que corresponden a la época republicana.

Lo único malo, que le resta al atractivo de la zona, es la falta de parqueo. No se explica por qué ese problema, que viene de lejos, no ha sido solucionado, porque hasta como negocio, un parqueo se paga solo.

Pero en definitiva  la más antigua ciudad del nuevo mundo manifiesta una vitalidad única, resurgiendo de la condición de museo y viejo sepulcro en que autoridades esclesiástica de los templos coloniales quisieron mantenerla por mucho tiempo, talvez para no quebrantar la paz de los espíritus de los antepasados que se dice moran en ella.