De sacerdotes, pastores, iluminados y guías espirituales
Por Johnny Arrendel
Conversaba con el propietario de un restaurant de la Ciudad Colonial y al preguntarle por su hijo seminarista me informó que el muchacho abandonó los estudios eclesiásticos.
Le dije, que, no obstante, cortar su formación sacerdotal, el joven continuaría sus estudios universitarios y se beneficiaria de la convalidación de las materias que cursó en el seminario católico.
Al mismo tiempo, el muchacho puede preservar su condición de líder en su comunidad religiosa.
Y es la diferencia fundamental de la iglesia católica con otras confesiones cristianas. Su organización es rigurosa y quien no reúne los requisitos no escalará en su jerarquía.
Va desde los diáconos permanentes y transitorios; los presbíteros o sacerdotes, que son quienes pueden celebrar eucaristías y ameritan formarse durante ocho años como mínimo.
Luego vienen los obispos, los nuncios que recomiendan al Papa, los candidatos a obispos, los arzobispos, monseñores, que no necesariamente son obispos, los cardenales y el sumo pontífice.
No entraremos en las denominaciones de los monjes y frailes, que también son consagrados y hacen votos de pobreza y castidad y responden a otra nomenclatura dentro de la jerarquía católica.
Pero de buenas a primeras cualquier improvisado se hace llamar ministro, predicador, pastor, reverendo, maestro y hasta profeta, y como tal, regentea una congregación protestante.
Situaciones así no se dan en la iglesia católica, que, por su nivel de organización, históricamente sus documentos, como fe de bautismo y actas de matrimonio, tienen carácter legal.
Por ellos, ha sido difícil establecer el escalafón necesario para determinar quiénes tienen derecho a oficiar matrimonios reconocidos por el registro civil dentro de numerosas confesiones evangélicas.
Empero, hay denominaciones protestantes, como los adventistas, y algunas pentecostales, sí que están rigurosamente organizadas y cuentan con seminarios y sus propios sistemas educativos.
El peligro de confiar
Antes de abordar la problemática que motiva este escrito, debemos reiterar la advertencia de que en la confianza está el peligro, y por tanto los casos de abusos sexuales y de corrupción, por parte de dignatarios religiosos, son comunes a todas las religiones.
Y es que en todas hay sujetos que aprovechan el ascendiente espiritual sobre la feligresía para abusar.
Por tanto, cuando hablo de la organización y rigor en la Iglesia de Católica, no me refiero a sus graves problemas de credibilidad en el orden moral, relativo a los abusos contra menores, sobre todo.
El caso Jesús Nova
El locutor Jesús Nova desarrolla una carrera en la comunicación que ha tenido sus momentos en alta, al menos en cuanto a su faceta de director de medios, ya que ha estado al frente de proyectos de radio y televisión.
Sin embargo, a menudo se ha visto en Nova un afán por sobresalir mediante expresiones altisonantes, como cuando atacaba a Alvaro Arvelo, actitud que cesó al incorporarse a la Zeta101 en rol de comentarista.
Comenzó a asistir a la iglesia Catedral de la Fe, que encabeza el pastor Fernando Belliard, y donde se congregan muchos artistas y comunicadores.
El caso es que, de feligrés, Nova ha pasado a tener su propia congregación y asume el título de pastor.
Veo una reseña de que Nova le llamó “Idiota, estúpida, loca vieja y babosa” a una integrante del Show del Mediodía, quien opinara sobre un libro que escudriña en las actividades de las llamadas “chapiadoras”.
Necesariamente, esa actitud pone en dudas la capacidad de tolerancia, de empatía y respeto a sus semejantes que pueda poseer el amigo Jesús Nova
El caso del Pastor de la Uzi
Hace un tiempo, un ministro evangélico se incorporó al staff de la emisora la Zeta.
Durante los primeros tiempos, sus intervenciones tocaban aspectos espirituales, pero poco a poco se fue decantando al comentario y análisis políticos y constantemente tenia conductas manifiestas de ira y de soberbia.
El veterano periodista Augusto Socias, quien laboraba en la Zeta para la época, le definía como “el Pastor de la Uzi”. Yo mismo no sabía por qué le decía así.
Durante un almuerzo que en su finca nos ofreció hace unos años a numerosos comunicadores el mayor general retirado de la Policía, Rafael Bencosme Candelier, me di cuenta de por qué lo de Pastor de la Uzi.
Estaba sentado el flamante predicador de la radio, con una chica rubia y ligera de ropas a su lado. Libaban de un escoces de 18 años y sobre la mesa una ametralladora de la famosa marca israelí.
De vidente a numerólogo
Los magos, adivinos, videntes, espiritualistas, mentalistas y en general, los que incursionan en el esoterismo y la parapsicología, se proyectan como seres especiales, dotados de una “luz” especial.
Nunca les interesará ser vistos como demasiado a pegados a los placeres terrenales, ociosidades y vanidades.
Joseph Cáceres, que encarnaba personajes de esa índole y quien por su disciplina sabemos que ha estudiado su psicología, lo sabe bien.
Sucesores del astrologo Rami son la venezolana Adriana Azi, la boricua Marilú viera, Cristian Casablanca, Alexander Cardini y otros más.
Tradicionalmente, el vidente mediático se ha dedicado a orientar a sus seguidores sobre temas de amor e infidelidad, viajes, intrigas laborales y de su entorno familiar o residencial y, sobre todo, en lo financiero.
Pero con el auge de los juegos de azar, los más recientes en incursionar en actividades esotéricas se decantan por adivinar los números de lotería y ofrecerlos de manera abierta por la tele.
Concomitantemente, ofrecen consultas personalizadas in situ o a través de las redes sociales o líneas telefónicas.
Con el paso del tiempo, y tras reportajes en programas de denuncias, como los de Nuria, se ha determinado una potencial relación entre los videntes y las casas de apuestas y bancas de lotería, que paradójicamente están sujetas a ser sus principales “victimas.
Nadie se explicaba el que, si los adivinos vaticinan con efectividad los números a salir en los sorteos, las banca les patrocinen.
Bueno, el periodista y productor de televisión, Joseph Tavárez, al incursionar en ese rol, no tuvo el valor de querer pasar como mentalista, sino que atribuye su capacidad de acierto a su condición de “numerólogo”.
Mientras tanto, la otrora “Mente Maestra” de estas actividades, Cristian Casablanca, ya no busca proyectarse como espiritualista, sino que su táctica para promoverse es a través de la confrontación con exponentes urbanos y la ostentación de riquezas.
Y así hay personas que se quejan de la corrupción administrativa pero gastan con gusto su dinero para que lo sigan estafando estos farsantes.
ResponderEliminarExcelente artículo..!!
ResponderEliminarAl pastor Fernando Belliard tuve reciente la oportunidad conocerlo a travez de la graduacion de bachiller de un familiar, predico como le dicen los protestantes con mucha uncion, ademas de que canto muy bien; pero no me imaginaba que fuese una especie de celebridad, debo admitir que me cayo muy bien, afable y jovial, al menos si me van a tomar de pendejo e incauto con la
ResponderEliminarreligion lo preferiria a el.En cuanto al lucrativo negocio de meterse a pastor evangelico es una pandemia local, cualquier individuo dice que fue tocado por el señor, alquila ya sea un garaje, zaguán de escalera,cine los mas pudientes, y hasta carpa los menos, y monta una iglesia, o en la via publica con par de parlantes empieza un pastor a vociferar, y empieza a echar a andar su empresa con el modico diezmo de los pendejos, como los que creen en Jesus Nova.
un sacerdote permanece años preparandose,un supuesto pastor solo se toma dos dias para salir a estafar.
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