La polémica por el Museo de la Memoria obliga a dimitir al ministro de Cultura de Chile
El historiador Mauricio Rojas duró menos de cuatro días en el cargo que recibió del Gobierno de derecha de Sebastián Piñera
Rojas es un converso. Antiguo militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) –aunque a raíz de la polémica de esta semana los exlíderes de la agrupación niegan haberlo conocido–, se instaló en Suecia luego del golpe de Pinochet, se integró al país y fue elegido diputado, por lo que se desempeñó durante años en Parlamento sueco.
Hijo de una sobreviviente socialista de Villa Grimaldi, el mismo centro de tortura donde estuvo la expresidenta Michelle Bachelet y su madre, desde marzo se desempeñaba como asesor de Piñera, que el jueves lo nombró como ministro de Cultura. Era el primer ajuste ministerial del presidente de derecha en este segundo Gobierno, que arrancó en marzo pasado luego de vencer al centroizquierda por amplio margen.
El jefe de Estado instaló como ministra de Educación a la abogada Marcela Cubillos, que llegó a reemplazar a Gerardo Varela, justamente por reiteradas y graves intervenciones públicas.
La permanencia de Rojas en el Gobierno resultó insostenible a pocas semanas de que Chile conmemore los 45 años del golpe. Durante el fin de semana, músicos, actores, escritores, artistas, intelectuales, víctimas de los derechos humanos, activistas, sindicatos de cultura, funcionarios del propio ministerio, entre otros, hicieron llamamientos públicos a La Moneda para que lo destituyeran. Uno de los primeros en reaccionar fue el escritor Raúl Zurita, que lideró la oposición al nuevo ministro: "Frente a las alucinantes y ofensivas declaraciones del 'ministro de Cultura' donde califica al Museo de la Memoria de ser un montaje; declaraciones que hieren lo más entrañable del pueblo de Chile, a sus desaparecidos, a sus fusilados, a sus torturados, a sus exiliados, hago un llamado a no participar en ninguna instancia en que este personaje esté involucrado, se va nuestra dignidad como artistas, como escritores, como intelectuales, como seres humanos en ello", escribió en su cuenta de Facebook.
En medio de la polémica, Rojas intentó dar explicaciones el sábado a través de Twitter: "Las declaraciones (...) provienen de una entrevista antigua que no refleja mi pensamiento actual. Nunca he minimizado ni justificado las inaceptables, sistemáticas y gravísimas violaciones de los derechos humanos ocurridas en Chile". Pero sus palabras resultaron insatisfactorias para los críticos y, ante la posibilidad de que ni siquiera se le dejase ejercer y que el conflicto escalara, el presidente Piñera optó por su salida.
La banda chilena Los Jaivas suspendió un concierto que debía realizar este fin de semana junto al flamante ministro de Cultura, mientras que para el miércoles se había programado un acto de desagravio en el propio museo. "No tuvimos verdad. No tuvimos justicia. No tuvimos reparación. ¿Nos quieren quitar la memoria?", señalaba la convocatoria.(El País)
Igualito que aqui.
ResponderEliminarAquí hay un ministro que está involucrado en la venta de un barrio y sigue en su cargo.
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