Los que asisten a la Fiscalía de Santo Domingo Oeste se quejan de que el espacio de la Oficina de Atención Permanente es muy pequeño, y que no caben. También se quejan de que cada vez que abren la puerta del área donde tienen a los reclusos que son trasladados para conocer las audiencias, sale un hedor terrible. "Esa puerta la abren y el mal olor que entra es insoportable y con el calor que hace aquí, cualquiera se pone malo”, dice uno de los quejosos.
Bueno, ciudadano, ¿y a qué quiere usted que huelan esos presos? ¿a perfume de gardenia?, pregunta un burro que quisiera saber qué significa cuando dicen que una mujer anda “con el cura preso”.
Bueno, si no le gustan que se vayan pa'l carajo.
ResponderEliminarContigo abajo
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