viernes, 9 de noviembre de 2018

Ojo con las “fiestas populares”
El gobierno tiene que ponerle mucha atención a lo que sucede alrededor de las “Fiestas populares” que cada fin de año busca llevar alegría a cada provincia del país.

Llama a la suspicacia lo que ha estado aconteciendo en los últimos días entre bandos que persiguen manejar el balón en el lado de su cancha, como si se tratara de una competencia feroz que empaña una valiosa iniciativa que comenzó en el 2011 para que los artistas y agrupaciones de todos los géneros sean parte del catálogo musical en estas actividades gratuitas y llevar alegría y diversión a la familia dominicana. Pero lo que más se comienza a llevar es intranquilidad y duda, queriendo matar la gallina de los huevos de oro con denuncias aéreas y superficiales.

Todo aquel que persigue dañar la honradez de alguien lo primero que hace es utilizar los medios de comunicación para montar presión llamando a la competencia ladrón o corrupto, porque el micrófono, el papel y las redes sociales aguantan todo. Y así van matando la buena intención de esta plataforma y que la industria musical dominicana no tenga una Navidad más activa, con mayores oportunidades para la clase artística, que brinda su talento a todo el pueblo.(José Nova-El Caribe)

2 comentarios:

  1. Ese es el dominicano. Descendiente del séquito a acompañaban a Colón cuando nos "descubrió" allá por el 1592. Esos acompañantes no eran de lo más distinguidos en su proceder. Cuentan que como se pensaba que Colón estaba loco por su teoría de entonces. Bueno, pues se buscaron un grupo de delincuentes de los más destacado facinerosos -parecido de lo que hizo Fidel con el Mariel-, y se los dieron para que lo acompañaran, con la intensión macabra de que se desaparecieran en alta mar, -"muerto el perro, muerta la rabia"-, y así librarse de esos energúmenos. Pero como "la hierba mala no muere", ya todos sabemos lo que pasó. Llegaron a nuestra isla, un remanso de paz, de inocencia, ternura, y esos malvados diezmo la población, pero dejaron algunas indígenas, para satisfacer su lujuria sersuais. Como es natural, procrearon con ellas, por tal razón somos hoy los descendientes de esos pájaros malos, trayendo en la sangre, en el tuétano, la maldad, la envidia, la traición, el odio, el raterismo, el chanchullo, el damelomío po'abajo 'e la mesa, el na'e'na', el pontelo ahí que te guá a partil, el estupro, el engaño, la cabola, no la chabola, el cinismo, la desidia, la simulación, la puñalá por la espalda, que es el ejemplo tangible de los que hoy nos han secuestrados, la mafia de los que mal nos gobiernan.

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