ARTE NACIONAL

La historia es Romeo

Muchos han quedado gratamente sorprendidos de la majestuosidad del concierto Golden del cantante Romeo en el Estadio Olímpico.

No solo por haberlo llenado, sino también por el despliegue de recursos tecnológicos, la vitalidad orgánica del montaje, la capacidad del artista para crecerse en el escenario manteniendo una vigorosa interacción delante de la masa humana que llenaba el aforo, como también al tener como invitados sorpresa a las más populares y fulgurantes figuras de la música latina, tanto nativas como extranjeras.

Pero es que se trata de un artista que lo que ha traído es un espectáculo mundial que, ha quedado comprobado, supera al de todos los artistas internacionales que se han presentado en concierto en el mismo recinto.

¿Qué otra cosa podían esperar de un cantante  que ha sido capaz de llenar cuatro noches consecutivas la arena del Madison Square Garden, y dos veces el Yankee Stadium de la ciudad de Nueva York, hazaña que ningún otro grande ha logrado?

Un Romeo que vuela donde las águilas se atreven y más allá, y que no escatima esfuerzos en magnificar todo lo que hace, sin importar la inversión, el trabajo, y  el sacrificio que haya que hacer para satisfacer las exigencias de un público cada vez más exigente y demandante, conforme a los cambios que se verifican con tanta rapidez en el “show business”.

Lo del sábado en el Estadio Olímpico fue memorable…

Romeo no “hizo historia”, (como dicen los periodistas de cliché cuando ven un espectáculo y no encuentran otra cosa que decir de él). Hay que ir más lejos:

La historia es Romeo…