¡Qué tiempos aquellos!

El famoso restaurant Chantilly de la Máximo Gómez…Vean ustedes que por solo cinco pesos usted podía participar de un buffet, un show con Nelson Muñoz, Lucía Félix, Julie Lafontaine, y la orquesta de Papa Molina y sus Estrellas para los bailables. Encima de eso una transmisión por los canales  de Radiotelevisión Dominicana, la principal televisora, y el canal número uno en esos tiempos.  Y como pueden ver, anunciaban con bombos y platillos que el buffet sería televisado, como recurso para atraer a la gente. Hoy día una gente con criterio no permite eso, pues una de las cosas más odiosas, es que a uno lo atrapen comiendo en una transmisión de televisión. Es de muy mal gusto que a usted le den un camarazo abrochándose un muslo de pollo, porque se presta a relajos, como el de "ahí te vi, matándote el hambre". Inclusive, en los programas de entrevistas con desayunos o almuerzos en la televisión, que se hacían antes, difícilmente veía usted al entrevistado comiendo. Lo podía hacer fuera del aire, pero no durante la transmisión. Aunque no faltaban quienes le daban un pellizquito al plato que ponían en la mesa. Sólo el Morrobel, de Freddy Beras, se hartaba en las entrevistas que le hacían, y hasta se limpiaba los dientes, porque era la caricatura de un personaje grotesco. Pero, bueno, lo del Chantilly y su buffet es la estampa de una época, donde en los "shows" se anunciaba "sancocho gratis", como los del Chobby en La Oficina, y Manolo Betancourt, en el Lunes Informal de Manolo, en El Caribeño. Hasta las invitaciones a las ruedas de prensa eran una ofensa, pues se especificaba con una coletilla que "habrá brindis y picadera". Eso era en los 70's…cosa del pasado. Aunque en Nueva York todavía usan eso de "habrá brindis y picadera", en las invitaciones a ruedas de prensa, aunque lo ponen en inglés o de otra forma, como lo de "habrá un open bar y buffet para los periodistas", tratándolos como si fueran lambones o no tuvieran comida en su casa.