EL MERENGONAZO DE THE NEW YORK BAND EN HARD ROCK LIVE

En la ruta de la noche, en Hard Rock Live, en la 

presentación de la orquesta The New York Band,

históricamente la máxima representación del merengue 

desde la plataforma de Nueva York, y que desde que el 

premio Soberano los reunió de nuevo y retornaron, se han 

convertido en el fenómeno de popularidad más grande de 

los últimos tiempos, con llenos totales dondequiera que se

presentan.

• Hace 32 años fui invitado al debut de The New York Band, en la discoteca Red Parrot, en la 57 Street de Nueva York. Una disco americana. Su mentor Chery Jiménez, padre de Cherito, trabajando con acierto el concepto. 
• La conozco desde su origen. Y creo que su exitoso retorno es lo que ha inspirado a tantas orquestas del pasado a procurar insertarse en el presente. 
• No sé si este fenómeno será repetible.
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• La fórmula que está detrás de esta efervescencia y el éxito de la New York Band es que tiene montada una producción que ninguna orquesta ahora articula. 
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• A diferencia de otras agrupaciones que retornan solo a repetir sus éxitos del pasado sin ton ni son, ellos tiene dos horas en escena con toda la gente loca. 
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• Por igual hay que destacar que cada uno, de manera individual, es un show. 
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• No como orquestas donde solo hay un líder o que cantan en coro, porque TNB es un colectivo. Y eso lo saben muy bien aprovechar.
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• Anoche fue indescriptible lo acontecido, porque desde el  principio hasta el final la descarga de éxitos musicales en el repertorio de esta emblemática agrupación no permitió ni por un momento que la gente  que hizo acopio del aforo de la sala descansara ni siquiera un segundo.
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• Desde su  retorno, de la mano de Edilenia Tactuk y el premio Soberano le había seguido los pasos, incluyendo la tremenda producción que se le hizo en el Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua.
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• Un espectáculo rítmico y visual que hizo historia.
• Pero ahora es que esa banda, con su producción escénica, está de verdad de verdad en el punto más alto que cualquiera pudiera desear.
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• Porque si de algo adolece y le ha hecho falta al merengue de este tiempo, es la vistosidad y vitalidad del espectáculo de los frentes coreográficos, que le conferían una dimension visual diferente a las orquestas.
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• Y ya hemos dicho que entonces se hacía un merengue para escuchar, bailar, pero también para ver.
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• El que no sabía o no quería bailar se lo gozaba desde su silla, disfrutando de la espectacularidad de los componentes del grupo.
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• Y eso lo mantienen, aunque con una producción actualizada, los integrantes de The New York Band.
• Fueron desde sus emblemáticos merengues, hasta la salsa, la balada rítmica, el reggae, rock, al igual que clásicos de la música norteamericana, como parte de una rutina de animación que mejor no puede estar.
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• Miren que no me pierdo nada y lo veo todo. Pero ahora mismo no hay  concepto en orquesta de merengue alguna que se le coloque al lado a The New York.
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• No estoy exagerando, y el que no lo crea, sólo tiene que acudir a una presentación show de esta agrupación musical.
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• Repito: Retornaron, pero no se quedaron en la simple exposición de su repertorio.
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• Han metido “caña” en materia de producción, que es lo que la mayoría de las orquestas de merengue no hacen.
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• Se pasan 30 y 40 años cantando solo el repertorio del que viven "in saecula saeculorum", pretendiendo llegarle a las nuevas generaciones con los temas que bailaron sus padres y abuelos, que aunque en términos referenciales los hijos han escuchado en la casa, no codifican con los reclamos, la demanda y las exigencias que hoy permean los gustos de los llamados millennials.
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• Desconocen el hecho, de que hoy día, hasta para hacer música, hay  que ponerse preservativo.

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