EL PAIS LLUEVE BURROS APAREJADOS

Ignorancia supina

Apena ver a mucha gente pensante, historiadores, escritores, artistas, intelectuales, sin trabajo, mientras en los cargos que pudieran estar ocupando aparece una pila de ignorantes.

En entidades y en posiciones que tienen la responsabilidad de preservar nuestro patrimonio cultural haciendo desastres, precisamente como resultado de su ignorancia supina.

Ya habíamos denunciado el caso  las estatuas de Duarte, Sánchez y Mella que se encuentran en el Altar de la Patria, esculpidas por el italiano Arrighini con mármol de Carrara traído desde la Toscana a quien un ignorante administrador del Parque Independencia las mandó a pintar de blanco con “Pintura Popular”.

Estatuas hechas del más precioso, costoso y apreciado mármol, pintadas a brochazos limpios por disposición de alguien  que no sabía lo que tenía entre  manos.

Es como que una prenda de oro usted la pinte de negro o de blanco, para que se vea "más chulémbrica". 

Se cumplió aquello de que "la ignorancia es atrevida".

Por suerte el despropósito fue corregido.

¿Pero, dónde dejan al monumento a Fray Antón de Montesinos, en el malecón de la capital, donado por el gobierno de México, con una estatua hecha de bronce y piedras volcánicas, con un diseño del arquitecto mexicano Ramírez Vázquez, uno de los más famosos de la nación azteca?

Cuando llegó aquí un “genio” por poco daña la esfinge tratando de limpiarla porque creyó que estaba sucia…

El homenaje aquel que en la Fuerza Aérea le quisieron hacer al presidente Hipólito Mejía develando una estatua suya en la que aparecía montado en Pegaso, el caballo alado del Dios Zeus , sin reparar en que en la mitología griega se cuenta que cuando Belorofonte se montó él, y lo obligó a llevarlo al Olimpo, para convertirse en Dios, no lo pudo lograr porque Zeus (Dios del cielo y de la tierra)  mandó a que el equino lo tirara al vacío. 

Al final de cuentas resultó una premonición del oráculo mitológico, pues Hipólito se cayó del caballo en su intento de reelección.

Pudiera hablar también de los alcaldes de los ayuntamientos que pintan con cal las matas de palma de los parques municipales, sin saber el daño que le hacen con eso.

Pena deben dar los daños  a nuestro patrimonio histórico, artístico, ecológico, como resultado de la ignorancia de gente que ocupa funciones públicas.