Vivimos en un mundo trepidante donde a veces no se repara en el por qué de las cosas.
Se olvidan de que las cosas suceden, y que en la mayoría de los casos no son resultado de la casualidad.
Acreditemos a los forjadores y propulsores del arte y la cultura, sobre todo cuando los mueve una vocación de servicio.
y usted sigue repitiendo que tattaiba y dos viejos panicos y ta consagrao.
ResponderEliminarHno. no se te entiende lo que dices....
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