Con el Sr. Boruga, tengo un anécdota, que corrobora en parte lo que dice el anónimo 7:58. Estando viviendo en Nueva York, un día me tocó viajar en el mismo vuelo hacia R.D., cuando pasábamos los controles de inspección, venía Boruga trás mío, al verlo quise saludar -nada de manos-, si no el de un hola!, y me puso una cara que me impactó, por tanto desistí de hacerlo. Pero desde ese día, le tomé un odio, que no lo podía ver ni por la TV. Ahora, hace pocos días donde vivo en Orlando Fl., yo sembré unas matas de coco -muy raras en Orlando por el clima-, pasa ese Sr. me saluda, me quede pensando que tenía un gran parecido a Boruga, está muy delgado para como era él, entro a mi casa y le comento a mi esposa, lo que había pasado, ella me dice que lo sigamos en el vehículo para estar seguro de que era él. Lo hicimos así y efectivamente era Boruga, muy diferente (en su modo de ser) y también en su físico. Es decir que ahora somo vecinos.
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Los retiros de emaus son muy buenos también te llevas a un encuentro con el camino de emaus y cambia tu vidas.
ResponderEliminarLa sugestión es algo increíble. Muchas veces para mal y otra para bien, como en tu caso.
ResponderEliminarHabra dejado el alcohol, pero lo de odioso me parece que se mantuvo despues de esa fecha. Supongo que ahora si es humilde de verdad.
ResponderEliminarCon el Sr. Boruga, tengo un anécdota, que corrobora en parte lo que dice el anónimo 7:58. Estando viviendo en Nueva York, un día me tocó viajar en el mismo vuelo hacia R.D., cuando pasábamos los controles de inspección, venía Boruga trás mío, al verlo quise saludar -nada de manos-, si no el de un hola!, y me puso una cara que me impactó, por tanto desistí de hacerlo. Pero desde ese día, le tomé un odio, que no lo podía ver ni por la TV. Ahora, hace pocos días donde vivo en Orlando Fl., yo sembré unas matas de coco -muy raras en Orlando por el clima-, pasa ese Sr. me saluda, me quede pensando que tenía un gran parecido a Boruga, está muy delgado para como era él, entro a mi casa y le comento a mi esposa, lo que había pasado, ella me dice que lo sigamos en el vehículo para estar seguro de que era él. Lo hicimos así y efectivamente era Boruga, muy diferente (en su modo de ser) y también en su físico. Es decir que ahora somo vecinos.
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