¡Esas cadenas!

Por Johnny Arrendel

Nada menos que 32 años lleva de transmisión una de las cadenas de radio que se producen en el país para la Semana Santa.

Más de tres décadas en lo mismo, repetir igual esquema cada vez, sin pensar que las condiciones cambian, y por tanto, es preciso evolucionar.

En el caso de esa Super Semana Santa, en la que Roberto Rodríguez centraliza una conducción de cuatro días corridos, es algo que no lo aguanta nadie, por monótono.

Se valora su gran esfuerzo y dedicación, pero su presencia constante satura al oyente, debe dar cabida a más talentos.

Pero lo de la Zeta también es tedioso, la producción de Willy Rodríguez es  casi un ruido que a veces  es mejor evitar, por el tono alarmoso que predomina en esa estación durante el feriado.

Y es que un medio de comunicación no puede soslayar que debe resultar entretenido para lograr que sus contenidos lleven al público habitualmente.

Naturalmente, hay momentos que requieren presteza y urgencia. Pero no se puede estar en modo alarma todo el tiempo.

Con las nuevas tecnologías y auge de las redes sociales, es innecesario mantener las transmisiones en directo desde los centros recreativos con los corresponsales, la mayoría de ellos amateurs.

Ya la gente se entera de manera casi instantánea de lo que pasa en los lugares más recónditos.

En tal sentido, se requiere un peritaje más riguroso del equipo que está en cabida para dar prioridad a lo que se difunde.

De modo que  importara que cualquier reportero sea un inexperto si sus reportes son importantes.

Sin embargo, en la mayoría de casos informan de cosas irrelevantes.

Lo mejor sería que Héctor Herrera Cabral, Omar Liriano y los demás que montan estas cadenas les encomendaran a estos periodistas bisoños que graben reportajes especiales bien elaborados para difundirlos.

Y que estos muchachos se mantengan atentos en sus areas para reportar en vivo cuando a copien información que realmente lo amerite.

Las cadenas de Semana Santa deben desistir también de esos contenidos que parecen extraídos de libros de autoayuda al estilo de Dale Carnegie.

Esas cápsulas culturales están desfasadas, igual que los reportes desde las playas. Si un tema merece ser destacado entonces llévenlo al panel y no lo usen de relleno.

Y hay un par de esas cadenas que cansan con esas promos e identificaciones hechas por locutores al estilo de La Mega y otras estaciones de Estados Unidos.

Si un grupo radial va a montar una transmisión especial para Semana Santa que se tome el cuidado de  adaptar su forma y contenidos a estos tiempos y de que resulten amenos para el radioescucha.