Conoce la historia del Santo que multiplicó las cervezas
Arnulfo de Metz es el patrono oficial de los cerveceros por salvar a su ciudad de un brote de peste al recomendar beber cerveza.
Este santo nació muy cerca del río Mosela, lugar entre Francia, Luxemburgo y Alemania en el año 582. Actualmente no se conoce quiénes fueron exactamente sus padres pero sí que era un fiel seguidor del cristianismo, por lo que dedicó su vida a esta religión, ingresando a un monasterio cercano a temprana edad.
Años más tarde, Arnulfo fue nombrado abad, un título sometido a elección entre los monjes para darle el cargo superior del monasterio. En el año 612 fue nombrado obispo de Metz. Durante su ejercicio como obispo, la ciudad era afectada por un brote de peste debido a las aguas contaminadas.
Arnulfo empezó a recomendar a sus compañeros de la Iglesia y a toda la congregación beber cerveza para evitar contagiarse de peste, ya que el proceso para la producción de cerveza eliminaba la bacteria del agua causante de esta enfermedad. La decisión del monje disminuyó la cantidad de personas contagiadas por la peste.
El Milagro de las Cervezas
En el año 627, Arnulfo se retiraría de su cargo de obispo y residiría en un monasterio en Remiremont, Francia. Arnulfo moriría 13 años después en aquel monasterio, por lo que luego de un año, los habitantes de Metz pedirían que su cuerpo fuese exhumado y enterrado en la iglesia local de Metz donde Arnulfo sirvió como obispo.
Luego de que la solicitud fue aceptada, el cuerpo de Arnulfo sería llevado por los feligreses de vuelta a Metz, pero este era un viaje largo y agotador. Durante su paso por Champigneulles los fieles se detuvieron a comprar cerveza en una taberna, pero el problema era que solo quedaba un tarro que debían compartir entre todos, por lo que era insuficiente.
Sin embargo, todos los participantes pudieron calmar su sed con la cerveza y el tarro no se acabaría… Este hecho fue llamado “El milagro de las cervezas” e hizo que San Arnulfo fuese denominado el «Santo Patrono de los cerveceros».
De ahora pa'lo adelante ese va ha sei mi santo de mi devoción, cada vez que me tome una fría, le voy a tirar su parte al suelo, a bebei selceza por un tubo, santifiscado.
ResponderEliminarTù lo que deberías de hacer es dejar de tomar y comprarte un libro Nacho, animal de la mierda 12:02.
EliminarVoy a comprar un cuadro grande de ese santo para ponerlo en mi sala
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