lunes, 1 de julio de 2019

El cuento de nunca acabar
Cuando surgió el formato de las grabaciones en discos compactos (CD) el locutor Teo Veras, en un taller organizado por Acroarte, proclamó que con el mismo se acabaría la piratería discográfica.
Ello en razón de que las únicas fábricas para quemar CD estaban en España, Japón y Cánada, y operaban con una tecnología que no estaba al acceso de los piratas de discos de pasta.
Muchos recordarán esa charla de Teo en el auditorio de la Cervecería Nacional Dominicana.
¡Pero qué equivocado estaba con la afirmación de que había llegado el final de la piratería!.
Sucedió lo contrario, pues las computadoras fueron dotadas de “quemadores de CD” que facilitaron el proceso de reproducir música y contenidos protegidos por derechos de autor.
La colectividad fue la que se convirtió en pirata copiando obras sin pagar derechos, lo que dio al traste con las casas disqueras, que como se sabe la mayoría han desaparecido.
Pero ya hasta los CD han pasado a la historia, con el desarrollo de la tecnología digital, y  los contenidos se mercadean ahora “online”.
Y de esto se nutren los piratas cibernéticos, por supuesto, dificultando aún más las tareas de combatirlos.
Con mucha razón dice el doctor Trajano Santana, director de la Oficina  Nacional de Derecho de Autor, que “antes se podía quemar un CD, pero que ahora todo es digital”.
En fin señores, que el tema de la piratería, es lo más parecido al cuento de nunca acabar.
La música, la literatura, las imágenes, se usan, se manipulan, se adaptan, y se transforman como si no tuvieran dueño.

2 comentarios:

  1. Las librerias, al menos las de libros universitarios, van por el mismo camino. Se pueden comprar versiones digitales de los libros muchom barata que en fisico e imprimir los capitulos segun se van necesitando.

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  2. Si, es cierto...pero Los "inversionistas" de la musica deben "moverse" y buscar algo - no se - algun dipositivo electronico que impida que clonen su trabajo...

    los autores y compositores han logrado atraves de leyes como el derecho de ejecucion publica y las plataformas como youtube...que su trabajo sea resguardado y que el dinero que generan sus obras les llegue lo mas integro posible...

    Yo pienso que los disqueros...estan pagando el robo que durante siglos le hacieron a los compositores, a los musicos, y arreglistas...adjudicandoles abusivamente sus obras a un tal "Derechos reservados". AS)

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