Por Diego Sosa
La realidad es que las metas no se alcanzan con suerte, sino con un plan, visión y pasos.
Hace unos días en un coaching financiero me preguntó la clienta cómo podía llegar a sus metas. –¿Cuáles son tus sueños? –Fue mi pregunta inmediata. Tenía algunos a mediano plazo y otros a largo. No todos se conseguían con dinero, para ellos requeriría una disposición mental adecuada.
Las personas tienen sueños, muchos se apoyan en la suerte para lograrlos. Piensan que los demás la tienen cuando logran lo que les gustaría tener, y se quejan de la mala suerte que les acompaña.
La realidad es que las metas no se alcanzan con suerte, sino con un plan, visión y pasos.
Uno de los sueños de mi clienta era su propia vivienda. Me preguntaba si era el momento para iniciar ese camino. “Muchos me dicen que a mi edad no vale la pena, que disfrute la vida”. Una vez la convencí de que la edad no es impedimento para reunir capital nos concentramos en el plan a seguir.
Vimos la cantidad que podría apartar por el momento, tanto mensualmente como de sus ingresos extra como bonificaciones y regalías. Con el número en la mano calculamos cuánto podría reunir en los próximos dos y tres años. Analizamos cuánto le podría prestar un banco si ella mantenía ese nivel de ingresos, una buena imagen crediticia y reunía el capital inicial planificado. Como explico en mi libro Arco Iris Financiero, lo importante es que la cuota no supere por mucho lo que pagaría de alquiler.
La planificación siguió; de más está decir que la apertura de una cuenta especial y un débito automático a la cuenta serían los próximos pasos a dar, etc. Más adelante abrirá una cuenta de inversiones para monetizar el capital que se vaya acumulando, logrando que él trabaje por sí mismo en pro de una vivienda a menor plazo.
La planificación tendría que contener inconvenientes e imprevistos que se puedan presentar, sin llegar al extremo de hacer un plan perfecto, porque no es cierto que se pueda prever todo. Lo cierto es que hicimos planes muy conservadores, estoy seguro que en revisiones más adelante lograremos poner más dinero mensualmente en ese capital.
Planificar nos ayuda a ver el camino, buscar la forma de saltar obstáculos cuando aparezcan, no sorprendernos por otros que no podamos prever, etc. ¿Se atreve a tomar un papel y planificar uno de esos sueños que tiene en la parte atrás de su cerebro?
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