Cine dominicano
Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en ocasiones se hace inevitable incurrir en ellas.
Por ejemplo, las dos últimas películas de realización local a cuyas premier he asistido.
“Guzbay New York”, del comediante y guionista criollo Víctor Reyes, y “Super Bomberos” de Francisco Disla (El Indio).
Dos comedias: “Guzbay New York”, sin duda es más hilarante y divertida que “Super Bomberos”, por el abigarrado entramado de esta última, que peca a la vez de replicar la historia de “Academia de Policías”.
Sólo, que en vez de discurrir en una academia donde se entrenan policías, transcurre en una escuela de bomberos.
Sin embargo, “Super Bomberos” le lleva la milla a “Guzbay New York”, en calidad de imagen, fotografía, colorización, edición, efectos especiales y montaje.
“Guzbay New York” tiene escenas muy oscuras, sobre todo las que se filmaron en Nueva York, que parecen haber sido hechas con una cámara de aficionados, o que no fueron trabajadas adecuadamente en laboratorio durante el proceso de post-producción.
Aunque, vi en los créditos que el crew de arte y de efectos de “Super Bomberos” fue traído desde México.
La diferencia es clara, pero pienso que por más limitado presupuesto que se tenga, hay que superar la etapa de las filmaciones carenciadas de buena imagen, porque ello constituye el elemento esencial que le confiere singularidad y particularidad al cine.
Nada se hace con tener una buena historia, en comedia, acción o drama, con una imagen que desfavorece la intención.
Yo Guzbay no la quise ver porque todo me lo decía el título. Súper Bomberos por demás me parece una película tan mala a estas alturas, que da vergüenza ajena. Pésimo guión, malas actuaciones, efectos especiales a veces endebles, y sobre todo chistes groseros que no dan gracia.
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