jueves, 13 de febrero de 2020

Dice que Luis Guerra puso a bailar a las gordas europeas que no sabían que tenían caderas.

Joaquín Sabina y la misteriosa mujer que le descubrió a Bob Dylan
Son conocidas y confesas las influencias del cantante andaluz que hoy cumple 71 años. Menos se sabe de la novia inglesa que le hizo escuchar por primera vez la música del compositor de “Like a Rolling Stone”. Se llamaba Lesley
Si es verdad que el estilo es el hombre, podríamos decir que Joaquín Sabina es una manera de cantar y escribir, una marca que asocia la voz áspera con las rimas excéntricas y las metáforas graciosas, una pose escéptica sobre el amor romántico y celebración de antiguos excesos.


Muchos son los reportajes que han buscado sintetizar las influencias del cantante andaluz, siendo el propio Sabina quien ha dado las mayores pistas para los estudiosos. En una entrevista publicada a fines de de 2018 en la edición de “El País Semanal”, el periodista Guillermo Abril inquiere por sus influencias y el “Genio de Úbeda” responde: “Si quiere saber mis santos: Dylan y Cohen, en el lado del anglosajón; como intérprete, Billie Holiday; en el lado francés, Brassens; en el español, José Alfredo Jiménez y Goyeneche, un cantante de tangos; el más grande: Serrat; le tengo enorme respeto a Paco Ibáñez, que nos dio a conocer la mejor poesía española con voz de cabra. Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Juan Luis Guerra, que puso a bailar a las gordas europeas que no sabían que tenían caderas. Y el panameño de la salsa, Rubén Blades. En Argentina, 30 años después del tango, Charly García. Pero escucharía a Dylan, a Brassens y a Cohen toda la vida. No encuentro al Dylan ni al Cohen actual de 20 años”.

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