Joseph Cáceres

Radios cableados

La radio por cable sobrevivió al colapso de la Unión Soviética y no fue exclusiva de esa nación

Hoy se celebra el Día Mundial de la Radio. Los dominicanos estamos familiarizados con la televisión que nos llega por cable, sea éste coaxial, de fibra óptica o procedente de una parábola. Menos familiar nos resulta, por el contrario, que la radio también llegara por cable. Para nosotros, el único cable que tenían los aparatos de radio era el de la electricidad, y ése tampoco lo tenían si eran portátiles y funcionaban con pilas.

La radio por cable fue característica de la antigua Unión Soviética, descendiente directa de los altoparlantes instalados por el gobierno en todos los pueblos, granjas y localidades para difundir informaciones adaptadas a sus objetivos políticos y económicos. 

En lo que desde el ángulo de una población sujeta a muchas limitaciones fue un gran avance, desde la década de los 1930 fueron siendo instalados en cada hogar receptores conectados por cable. La programación era suplida por estaciones oficiales, y su contenido incluía noticias, música, ensayos teatrales, deportes, discursos, lecturas de libros, premiaciones, entrevistas, reseñas de hazañas de trabajadores meritorios, y alertas de bombardeos durante la guerra, época en que todos los radios inalámbricos fueron confiscados. Inicialmente con un solo botón, los aparatos luego traían dos o tres para conectarse a más de una programación, siempre dentro de lo permitido por las autoridades.

La radio por cable sobrevivió al colapso de la Unión Soviética y no fue exclusiva de esa nación. Existe, por ejemplo, en Corea del Norte y China. Más aún, los canales sólo de audio que ofrecen actualmente las operadoras de televisión por cable son, esencialmente, similares a ella, aunque la tecnología de transmisión sea diferente, y en algunos países, como Canadá, se llegó a requerirles transmitir las señales de las radiodifusoras AM. Y está presente además en comunidades pequeñas en regiones remotas, y en algunos campus universitarios e instalaciones corporativas.(Gustavo Volmar-Diario Libre)