Aunque la demanda de Depp fue recibida con escepticismo en un principio, la opinión pública comenzó a transformarse cuando a principios de este año se revelaron audios donde Heard admitía haber golpeado a su entonces esposo, e incluso se burlaba de él por portarse “como un bebé”. Pero lo que realmente podría hundir la carrera de la actriz es el hecho de que falsificó evidencia para inculpar a su ex-pareja, por lo que puede ser condenada a pasar hasta tres años en prisión.
Las principales pistas que apuntan a la culpabilidad de Heard son unos moretones que se habría pintado para hacer creer a la corte que su esposo la había golpeado en la cara; el actor James Franco estuvo con ella en los días previos y posteriores a la supuesta agresión (27 de mayo de 2015), por lo que la defensa de Depp quiere que declare sobre los moretones. La otra prueba es que la estilista de Heard, Samantha McMillen, negó que tuviera los moretones que supuestamente le habría hecho Johnny una noche antes de su aparición en The Late Late Show with James Corden, el 16 de diciembre de 2015.
De acuerdo con el despacho de abogados Wallin & Klarich (vía The International Business Times), de ser encontrada culpable de haberse pintado los moretones, podría enfrentar tres años en prisión, pues el Código Penal de California establece que es ilegal alterar, modificar, plantar, colocar, ocultar, fabricar o mover cualquier materia física con la intención de inculpar a alguien con un crimen. Otros cargos relacionados incluyen ofrecer y preparar evidencia falsa, considerados delitos federales y crímenes que se castigan con hasta 3 años de cárcel.
De acuerdo con Depp y su defensa, en 2016 Amber Heard se pintó moretones para obtener una orden de restricción temporal contra el actor.
Por años la versión de la actriz se creyó al pie de la letra y pocos cuestionaban la veracidad de sus acusaciones. Incluso había llegado a un acuerdo con su ex-marido y evitarse parecía ser el único camino posible, pero todo cambió cuando en diciembre de 2018 escribió una columna en The Washington Post donde narraba su experiencia como sobreviviente de violencia doméstica. En ese mismo mes a través de The Hollywood Reporter se anunció que Piratas del Caribe tendría un reboot que prescindiría de Johnny Depp como el capitán Jack Sparrow.
En 2018 el actor, quien ahora forma parte de la franquicia Animales Fantásticos, había sido criticado por los fans de Harry Potter por su supuesto historial como golpeador, pero solo hasta la publicación de The Washington Post y el anuncio de que habría un reboot sin él de Piratas del Caribe es que decidió proceder legalmente contra su ex-esposa.
Es un misterio cómo vaya a terminar esta historia, pero esperamos que se haga justicia y de encontrarse culpable se castigue a la actriz, pues ya causó demasiado daño a la imagen de Johnny en los últimos cuatro años.
Ya la tusa no se usan para limpiarse "el trasero" (eufemismo por el culo), pero ahora puede ser que ya le encontraron la d'ella.
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