sábado, 9 de mayo de 2020

EN NUEVA YORK Y PARIS ESTÁN PREOCUPADOS


Uno de los principales peligros de ciertos tipos de hepatitis es que ocurren silenciosamente y sus síntomas se revelan tardíamente, cuando el daño al hígado es prácticamente irreversible. Hasta el momento se conocen cinco tipos: A, B, C, D y E. Este último es el que ha planteado una incógnita reciente en el mundo de la medicina.
Las ratas están contagiando de hepatitis E a los humanos, pero se desconoce bien cómo ocurre la infección. Según un reporte de CNN, un primer caso inusual ocurrió en 2018 en Hong Kong y desde entonces una decena de personas se han enfermado con características similares, pero los expertos temen que sean cientos de infectados sin diagnóstico y sin síntomas.
El caso más reciente ocurrió apenas hace una semana, el 30 de abril pasado, cuando un hombre de 61 años presentó una alteración de la función hepática provocada por hepatitis E.
Los síntomas
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el virus se adquiere por consumir agua potable contaminada o al consumir carne de cerdo, venado o jabalí mal cocinada.
Cuando se presentan, los síntomas de la enfermedad incluyen ictericia, náusea, vómito, fiebre, dolor abdominal y articular, entre otros. Si bien la mayoría de los enfermos se recuperan, en algunos casos puede degenerar en una enfermedad hepática crónica; en el caso de embarazadas y pacientes trasplantados puede ser mortal.
De acuerdo con la publicación, el primer caso detectado en 2018 fue un hombre de 56 años con funciones hepáticas anormales que dio negativo en las primeras pruebas de hepatitis E, hasta que, por primera vez en la historia, encontraron hepatitis E de rata en un humano.
“De repente, tenemos un virus que puede saltar de las ratas callejeras a los humanos”, dijo a CNN el doctor Siddharth Sridhar, uno de los microbiólogos que descubrió este primer caso en Hong Kong.
Desde entonces, los investigadores no han identificado exactamente cómo se contagió ese primer caso de infección de ratas hacia los humanos. Particularmente en el último caso, el del 30 de abril, los médicos están desconcertados, pues el paciente no tuvo contacto con ratas en su hogar, no había viajado recientemente y nadie más en su familia ha mostrado síntomas. Aunque sospechan que la infección puede originarse en el consumo de agua contaminada o en la manipulación de objetos contaminados, no han podido demostrarlo de manera definitiva.
El eslabón perdido
Y si bien los casos registrados en Hong Kong suenan lejanos, la actual incógnita es si está ocurriendo lo mismo en otras grandes ciudades del mundo donde existe una importante población de ratas como Nueva York o París. Quizá haya cientos de infectados asintomáticos y sin diagnosticar. Además la pandemia de coronavirus que vivimos actualmente ha demostrado que, en el mundo interconectado que vivimos, no hay casos lejanos en ningún rincón del planeta.
Los científicos en Hong Kong buscan ahora dilucidar la cadena de contagio.
“Lo que sabemos es que las ratas en Hong Kong son portadoras del virus, y evaluamos a los humanos y encontramos el virus. Pero cómo exactamente salta el virus entre ambas especies, ya sea que las ratas contaminen nuestros alimentos o haya otro animal involucrado, no lo sabemos. Ese es el eslabón perdido”, afirmó Sridhar.

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NIURKA BAEZ,
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