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Este anuncio del Bar El Pino, ubicado en la José Trujillo Valdez, (el papá de Trujillo), hoy avenida Duarte, fue publicado en el 1955, que fue declarado como El Año del Benefactor de la Patria, en conmemoración de los 25 años del ascenso al poder de Rafael Leonidas Trujillo Molina. Se celebraba la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre, en el recinto que ahora ocupa El Centro de los Héroes, para la cual se construyeron todos esos edificios, que hoy son oficinas públicas. Una cerveza costaba 35 centavos, y con un peso te bebías hasta tres. La caja entera te la llevabas con 8 pesos y 65 centavos, y te la daban por 7.85, si devolvías la caja vacía. Hoy una cerveza mediana en el Supermercado cuesta 120 pesos. O sea, que con lo que cuesta una sola cerveza ahora, tu te comprabas en esa época varias cajas y te sobraban cuartos. Todavía no habían pequeñas, ni jumbo, por supuesto. Y los sandwiches "Cotorro" de jamón del bueno y de un sabroso queso chedar, por solo 10 centavos.
¡Ay, no me caliente el tomate! Estaban de moda las famosas "leche batida". Vean el teléfono, de apenas 4 dígitos, que cualquiera se aprendía facilmente. Hoy día son 10 dígitos. Si se fijan, en el anuncio mencionan más a Trujillo que otra cosa. ¡Ja! ¿y así quien no?. El que hablaba hasta en un acto de graduación escolar y no mencionaba el nombre de Trujillo exaltándolo y dándole gracias, tenía problemas.
"Con to y to, asegún" me cuentan, la gente era feliz, porque a el único se temía sra a Trujillo, y usted se portaba bien, no había otra cosa a que temer. Ahora se teme a todo, porque la traición es pan nuestro de cada día. El chanchullo, la zancadilla, el damelomío po'abjo 'e la mesa, es canción rayada por el uso, el to'e'to es el papá de la actuaciones y modus vivendis de la dizque autoridad, que de autori no tiene ni la A, al contrario, los que impones el desorden y la anarquía son ellos. Y por mucho instinto de nadar en contra de la corriente, su yo le impulse, al sentirse inerme viendo que se ha hecho una cultura, entre la asociación de saitiadores del erario, solo le queda, meterse el rabo entre las piernas, y mirar pa'otro lado. Cuantos facinerosos juntos y con el mis denominador, saquear el país, sin el más mínimo temor, porque el Dañino, es el defensor más impune de la impunidad y lo tiene con el norte de su accionar.
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