Lo que me gustaba de esos tiempos es, lo bien vestidos que la mayoría de personas de la época. Ahora usted lo ve, con trajes que parecen regalado, que no hace juego con la medida. Un traje que la solapa está sobre las nalgas, y el pantalón como Cantinflas, no le puede quedar bien a nadie, por muy buen cuerpo que tenga. Solo hay que ver la diferencia entre los cadetes y los descerebrados de ahora, que son ridículos al cuadrado.
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un Gato con mascarilla.
ResponderEliminarLo que me gustaba de esos tiempos es, lo bien vestidos que la mayoría de personas de la época. Ahora usted lo ve, con trajes que parecen regalado, que no hace juego con la medida. Un traje que la solapa está sobre las nalgas, y el pantalón como Cantinflas, no le puede quedar bien a nadie, por muy buen cuerpo que tenga. Solo hay que ver la diferencia entre los cadetes y los descerebrados de ahora, que son ridículos al cuadrado.
ResponderEliminarCuando no se conoce bien la historia, se corre el riesgo de repetirla. Y esta no fue muy buena.
ResponderEliminarHasta Don gato anda con su mascarilla, jajajajaj
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