EL ESCRITORIO DE TRUJILLO

Si hacemos un bureo por el escritorio de Rafael Trujillo en el Palacio Nacional, podemos ver un libro sobre Cuba. Una estatua, probablemente de él mismo. Un reloj de pulsera de esfera negra. Un revólver cañón corto de los que usaban los agentes del FBI, probablemente Smith & Wesson, con el que se dice disparó cuando lo ajusticiaron en la autopista llamada luego 30 de Mayo. Dos teléfonos clásicos de discado directo (en los años 50 no había teléfonos de teclas), sobre un gabinete que parece ser un equipo de música, o un aparato de comunicación conectado a la central del Servicio de Inteligencia Militar (SIM). Y sobre el escritorio, muchos informes y papeles, pues a Trujillo había que mandarle informe de todo. Claro, y sin perder su elegancia, pues se preciaba de ser el presidente mejor vestido. Vean que swing...Pero con ese mismo swing, le hacía swing a las más bonitas mujeres y muchachitas de la alta sociedad. Los padres tenían que estar escondiéndo sus hijas para que Trujillo no las viera, (auqnue algunos se las vendían) al igual que de su hermano Petán, que era otro depredador. Este en La Voz Dominicana acabó con muchas cantantes y bailarinas de la época, que se cojía hasta en la misma oficina, en la empresa,  según contaron algunas, luego. Y Trujillo ni se diga...Dicen que cuando lo mataron, iba rumbo a la casa de Caoba en San Cristobal a echar "un polvito" con una diabla que se quedó esperando al muy bandido.