MUY BONITO

MUY BONITO

La gente no se imagina lo que se gozaba cuando se viajaba con Juan Luis Guerra.

Los juegos, chistes, anécdotas y relajos con los músicos.

La competencia de beber ”cucaracha”, la cual consiste en flamear un trago que hay que bebérselo  con un calimete de un solo sorbo corriendo el riesgo de quemarse los labios. Pero por lo general, la llama casi siempre se apaga antes de llegar a la boca a través del sorbete.

Muchas fueron las historias, cuentos, chistes y anécdotas que Juan Luis y su grupo hacían con Bienvenido, que era su empresario disquero.

En esa época acompañaba con mucha frecuencia a Juan Luis  en sus viajes de los cuáles salían muchos cuentos y anécdotas.

Se recuerda la ocasión en que estaba en España y se organizaban visitas a los museos, entre ellos el Reina Sofía, donde había una exposición de las obras de Pablo Picasso.

Cuando llegaron al Guernica, una de las obras cumbres del afamado pintor, todos se quedaron impresionados por la imagen que le fue encomendada pintar a Picasso tras el bombardeo de la ciudad de Guernica  durante la guerra civil española.

En el momento en que Juan Luis y sus acompañantes veían el Guernica, cuando ya se iban se escuchó la voz de Bienvenido  decir:

-Muy bonito…

Todos se miraron y sonrieron. ¿Bonito? ¿Un cuadro que narra los horrores de la guerra?

Por mucho tiempo  la expresión se convirtió en el chotéo de los que andaban en el viaje, pues por cualquier cosa, en medio de una conversación decían "muy bonito", imitando la voz meliflua de Bienvenido, el dueño de La Z, que también acuñó la expresión de: "mi hijo, mi hijo".