jueves, 13 de agosto de 2020

Los artistas criollos parecen no tener suerte con los establecimientos de entretenimiento o de comida que abren…Todos fracasan.

La lista es larga, como el caso de “El Patio de Joseito”, de Joseito Mateo. Exitoso en sus inicios, pero que se vio precisado a cerrar…

El Piano Bar D’Kalaf de Luis Kalaf en Plaza Naco. Anthony Rios con Casablanca, en la Winston Churchill, que ni él mismo iba, porque solo había prestado su nombre.

El Sótano de Sergio Vargas y José Antonio Rodríguez, en Gazcue.

Luego arrendaron el Bar del Teatro Nacional, y también fracasaron…

Francis Santana con su “Songo” y restaurante donde estaba Yemallá.

El Bar Bachata Rosa, en la zona colonial, inspirado en Juan Luis Guerra, que se decía era de él, pero pertenecía a George Nader, y ni con Juan Luis como estandarte se pudo mantener.

El Bar de Cacheíto en la Pedro Livio Cedeño. Millo by Rafa Rosario en Piantini.

El bar de José Alberto “El Canario” también en la Ciudad Colonial. El Kviar de Félix D’Oleo.

Diomary La Mala mantenía su sitio “Mal de Amores”, ótanofrente a Casa de Teatro en la Zona Colonial, pero anunció que lo va a cerrar, para ir a otro local. No sabemos lo que ocurrió con el “food truck” en la Ciudad Ganadera.

Esperamos que resurja en otro lugar el negocio de Diomary, quien mientras tanto, viene con un programa de televisión en e-televisión los domingos.

2 comentarios:

  1. La razón es, que ellos se creen que por ser "altita", uno cada vez que va ha comer tiene que pagarles una entrada que le ponen al sobre precio de la porquería y un chín de comida.Estoy muy contento de que les vaya mal, por abusadores.

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  2. Por eso eso es que no cambió mi fritura en el mercado nuevo

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NIURKA BAEZ,
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